BLANCO Y NEGRO MADRID 06-02-1960 página 8
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página8
- Fecha de publicación06/02/1960
- ID0005261376
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Oe Gaulle, Ante las pantallas de la televisión: ÍEI Ejército de Franela no puede eondWonap u lealtad... Oreo qu ser claros motivos de prudencia ipolítlca; y reemplazada por un discurso en París, ante la televisión, vestido el orador con el uniforme que recuerda los días de 1940 y de 1945. p ONMOVEDOR, patético idiscurso! El patetismo, J sin emibargo, no le quita rigor al razonamiento. ¡Parece a veces un poema, un trozo de cualquier canto antiguo; una imprecación áe la épica grecoromana! De Gaulle se vuelve al Ejército francés y le dice: ¡Tenéis que liquidar a la fuerza reb de que trata de arrojar a Francia de Argelia y quiere imiponer a ese nais una dictadura de pobreza y de esterilidad! Junto con la lucha, vuestra labor consiste en contribuir a la transformación moral y material de las poblaciones nnisulmanas para llevarlas a Francia por el corazón y por la razón. Cuando llegue el momento de realizar la consulta, tendréis que garantizar su completa y auténtica liliertad... Soy el jefe supremo... El Ejército de Francia no puede condicionar su lealtad... Creo que seré obedecido porque os conozco, os respeto y os quiero... Y también porque os necesito para Francia. Apenas el general De Oaulle pronunció la úlitima palabra de su alocución era fácil pronosticar que el Sjército francés la recibirla con agrado, la e n t e n d í a perfectamente, y resolvería poner un punto final sobre la grave Insurrección de Argel. de amor a Francia, mi viejo y querido país -para complacencia y satisfacción patriótica del Ejército. Tratemos de Imllar una linea política en medio de las emociones y de las bellezas oratorias. En primer itérmino, queda confirmado, ratificado, urbi et orbi, el principio de la autodeterminación para decidir el futuro de Argelia. De Gaulle no cede en este punto, pese a que la posible autodeterminación fué el origen de la crisis reciente. Pero, ¿se cumplirá el vaticinio de los ultras y de los militares para quienes autodeterminaclto quiere decir IndependMvcla? El general- presidente ha procurado c? temores, suavir zar recelos y aquietar alarmas ai ndo que la autodetñmlnación es el único medlo de que los musulmanes excrclzen el demonio de la secesión ¿Pensáis, acaso- lia venido a decir- que yo juego la carta de la autodeterminación para perderla? ¿No advi tís cómo sostengo aHal 500.000 hombres, y voy a gElstar este año un billón de francos, y a sacar del desierto argelino petróleo y gas, pagando por ello cuanto sea necesaxto? Xiuego vino el ofrecer solenmemente, igual que hizo en septiembre die 1958, que no pondrá en juego ningún mecanismo autodeterminador hasta que vuelva la paz. Por añadidura, ha prometido, pam cuando l l u e el momento oportuno, hacer tocto lo que esté en su mano a fin de que prevalezca la solución francesa, que es la que a él le parece justa; en el fondo, aunque por otro camino, la solución de EXAMINEMOS ahora las razones verdaderas que De Gaulle ha dado- -amén del profundo sentimiento