BLANCO Y NEGRO MADRID 23-01-1960 página 9

Yo interrumpí sonprendldo: ¿Lo cree usted de veras? Y él: -Sí; sobre el Paeífioo Central. Parece que inten (a rán cubrir una distancia aproximada de 5.000 a 6.000 millas. ¿Se sabe en qué direccidn lanzuán sn cohete? Initerrogiué. -Suponemos ue Iiacia Hawai. Insistí: -Sólo falta que eUJan como blanco el Puerto de las Perlas. Rió im poco mi interlocutor y caxtibiaünos de c niversación, como quienes agirán a sacudir y eicpulsar un mal sueño qiue les amenaza y quiere turl i, rles los sentidos. ImE iné que, acaso, los informes serfon apresurados; y que no tendrían confirmación. Pero o r a sabemos que los marinos d Pentágono de Washington estaban admirablemente divertidos. Ea recu Hio de aquella conversación no me abandona desde hace amos días. Porque á los d meses de nuestro diálogo, el anuncio de mi amigo el nmrino está a pimto de cumtxlkse. arría diariamente la bandera de los Estados Unidos. Quiere esto decir que si la prueba se cumple tal como los ruaos e jeran, el nuevo cohete irá a dar en una especie de imneníai hondonada marittma, de aguas muy profundas, que está bordeada a distancia ix r las islas Marshall y Gilbert, por el atolón dé. Jotoston y por el grupo desolado de los islotes de. Pálmira. La zona reservada pw la Unión Soviétitea es ateo así como un gigantesco patio en ama veclndító preíéréntemKQte norteamericana. OACB un par de semanas, la Rusia soviética anunció al mundo xtero, y especialmente a los Estados Unidos, que entre el 15 de enero y el 15 de febrero dispararía un nuevo proyectil- cotieite sobre determinada zona del Océano Pacífico. Ese proyectil- -según la referencia, oficial de Moscú- será más potente que los lanzados hasta ahora desde las bases soviéticas. Para que la prueba cuente con las máximas probabilidades de éxito, Rusia cree necesario aícotar, por así decirlo, una superficie marítima de unos 80.000 kilómetros cuadrados. ¡Atención, navegantes! ¡Ojo, aviones y barcos de toidas las ocmpafiías y de todos los países de la tierra! iNadie se aventure por esas aguas! iUn mes de alerta! ¡Treinta días de peHgro! El supercohete puede saar en cualquier motoento hacia el blanco que allí hayan elegido los jóvenes artilleros de la coheterla rusa. Supone Washington que el proyectil será lanzado, bien desde la península de Kaant áiaka, bien d de las cercanías del lago o Mar de Aral, en la tierra turquestánioa de los kirguises. Si lo primero, habría de recorrer irnos 6.500 Km. en el segundo caso, la distancia sería de imos 12.000, y el cohete volaría sobre la China entera, para continuar hasta más allá de las islas Marshall y de las Gilbert. Estos supuestos llevan a pensar que el lamsamlento se producirá en Kamfcohaka; a menos (pie se trate de un cohete nuevo, paredido a los que podríamos llamar, de tipo planetario con viaje de ida y vuelta. quizá, a los espacios exteriores de la Órbíba terrestre. La zona de mar abierto elegida como polígono de tiro- los 80.000 kilómetros cuadrados que ya he dicho- -está situada entre los archipiélagos de la Micronesia y los de la PoEUnesla, al Este- Noroeste dtíl gran arco mlcronéslco en que el alm rante Nlmitz alcanzó una de sus más bellas victorias. En el rumbo Noroeste, a unas quinientas millas del supuesto blanco, encoatramos el solitario islote de Johnston, pequeño punto de ipoyo de la flota norteamericana, y lejana avanzada de Hawai hacki Ouam y el Japón. En el nnabo ste, a menos de tresoienibas millas, vamos a dar sobre los isfótes o atolones de de de Washington y de Balmira. En todos ellos se iza y se Itf AGAIiANBS, Mendafla, Quirós, BongalnviUe, Ja mes Cook, Ivan Kreuzenstem, Von Kotzébúe, Imaginaron que habían descubierto y explorado ún mundo mágico, casi perdido entre maravillosas, pobüado de islas con te ros, como las dé Roberto fibever on, habitado de extraños pájaros multicolores y adornado de flores IncreMes; y aiioa, -aquel mundo no es más que eso, polígono de tiro, cami o de ejercicios, feria de ooheterías, gigantesco patio de InstrvKSCito. Ivan fi irldonof, (primer sscrtítarlo del partido comimist en Leningrado, dijo hace cinco o seis días: Toda la comarca de Leningrado está activamente empeñada en la producción de armas extraordinarias. Y añadió: Cada día creemos menos eia declaraciones y fórmulas, y más en acciones concretas. Parece que el cíohéte del Pacífico corresponde al capitulo de las armas extraordinarias y de las acciones concretas el mundo R USM. tiene derecho a presentarse ante en el mar como potencia directamente interesada Pacífico. Le basita para ello con recordar su presencia en Kamtchaka, en Sajalín y en Vtedivostok. Por añadidura, cuenta hoy con ios piuerttos chinos. Nadie puede, en buen norma internacional, oponerse a que dispare sctíre detemilnadas zonas del Pacífico, siempre que cmnpüa K d i e r e s que im- ponen el respeto al deretóho ajeno y la seguridad x él mar. ¿No están disparando los norteamericanos sobre esas mismas aguas desde su base de Vandenberg? Pero quizá no sea estrafalario suponer que la elección del blanco marítimo responde a un movimiento de orgullo moscovita, lindante con- el desafío político. Los Estados Unidos tienen razones sentimentales muy fueítes para haber imaginado que el Pacífico es su mar mare nostrum Por docenas de millares, en ima auténtica epopeya, wiiyeron aJli sus soldados. Sólo que ya no existe el mare nostrum en ning una parte, como no se trate de un mar ulterior, de un gran lago con oleaje y tempestades. Entre Marshall y Jofanston, o entre Gilbert y Cairistmas, se enoontearán acaso estos días los barcos americanos y soviéticos, enviados con finalidades de observación. Se saltidarán cortesmente. Ea Uno y en otro grupo estarán aguardando la llegada de su gran ccdiete respwítiw. En el fondo, imos y otros aspiran al mare nc rum porque una de las dos expresiones de vida, de fé y de esperanza habrá ¿te prevalecer en te, historia de los hambres... Ellos lo saiben. Lo sabemos todos. Si él lanzamiento de un proy stl ruso sobre el Pacífiteo etttral nos emociona, y mantiene nuesltra atención en vilo, es porque estamos convencidos de que tan extraotdioarias cosas no han de suceder en vano. 1. M. A.