BLANCO Y NEGRO MADRID 16-01-1960 página 54

EL ALCALDE DE BERLÍN ESCRIBE PARA BLANCO Y NEGRO SOBRE LOS BROTES ANTI- JÜDIOS Primero eín Colonia, luego en Berlín y otras ciudades de Alemania, más tarde en Inglaterra, en Francia en los Estados Unidos y varios países más, aparecieron una serie de inscripciones Conftra los judíos, siempre presididos por el euiíblema nazií la cruz svástica. Recientes en el recuerdo las horrendas persecuciones sufridas por los judíos en la Alemania de Hitler, dichas inscripciones y los ataques que se perpetraron contra algunas sinagogas suscitaron una alarma probablemente excesiva, pero muy explicable. No está claro cuál es el verdadero origen de esta campaña, que algunos comentaristas ixaea atribuido a los manejos del comunismo soviético. Pero en cuanto se refiere a Alemania misma, país especialmente sensible a los acontecimientos de esta clase, se ha comprobado que algunos miembros del llamado Partido del Reieh, organización que en cierto modo heredó el programa del Nacionalsocialismo, habían participado en los. ataques a las sinagogas. Un Movimiento de la envergadura alcanzada por el Nazismo dejó necesariainente muchos restos vivos. La República Federal alemana está empeñada desde su fundación en eliminar los tristes recuerdos de la persecución racial. Por eso nos parece de gran interés en estos momentos la declaración que el alcalde del Berlín libre, Willy Brandt, hace en exclusiva para los lectores de BLAjJVCO Y NEGRO. Las palabras de Brandt son las siguientes: WIKy BPandt, alealde 4 Berlfn oeoMentftl. Kpara Rosotros- dice Willjf Brandt- antinazisnio y anticomunlamo son una Jlsma cosa Cn las últimas dos semanas ie han producido cierto número de he ehos revolucionarios F extrañas ptoj undamenie lamentables, a los oaales hemos de enfréntainM y eMUbailr. Oestrraciadamente, oliónos de ellos han oottrrido en Borilin. Quienquiera- -sobre todo eti Ale mania- -que vuelva a batir el ihacabro tambor del odio HciaU, dftl anil semitismo, está laucando un desaftoi euaado aún no han sido pitrirados los millones de asesinatos en Itts eá maras de tras y eampos de extenniiaaetdn. Quienadiera ue conjure el Üemo nfaeo Q fi 4 tu del nanismo, fio sdlo se condena a si mismo moral r to cimente, sino que comete ttila de las más terribleB bajezas coili su I ul blo- y stt naeidn. Las experiencias de las últimos dos seuaaas no deb i ser nt inii l atizadas, ni exaceradas ni tefslverSadas. T es stufielentemente molo que las svásticas hayan aparecido aqtii y allá, Ue las siusuaroffas hayftil sido profanadas y los ciudadanos Judíos vejados. No hemos de considerar estos hechos como Ilirerezas; soblre todo, en BeMln. Tampoco hepaos de tener la menor ínoUnaoión pkiu ensañamos. Berlín no ha de est falto de decisióti ni determinaeló; Aquí no permitiremos operar a los grupos neonazis. Dentro de nuestros limites les aplastaremos, porque esa es nuestra moral y nuestro debeF nacionaJ. Gn Berlfn hemos tenido una feliz demostración de la rápida actuación de la Justicia y de las autoridades policíacas. Continuaremos actuando con rapidez y energía, porque no queremos permitir que el aire que respiramos sea envenenado. Hemos tenido muobas demostraciones espontáheas de los sentimientos de nuestros ciudadanos, sobre todo de los jóvenes berlineses. Hemos demostrado que Berlin es ttfift ciudad limpia: una etudad que no ha pasado en Vano por amararas experiencias; uha ciudad que no permitirá que su lucha por la libertad y Autodeterminación sea entorpecida por unos pocos que se niegan a aprender o por unos cuantos golfos. Bl pueblo de la zona Ubre de Alemania- -y el pueblo de Berlín- -sabrá cómo impedir que rehazca el demoníaco pasado. En los últimos días he inantenido conversaciones con Variws judíos, y todos me han confiTinado que saben cuál es nuestra posttira. yo les he pedido que no duden de esta ciudad íoi de su comunidad. Después de todo lo qiie ha ocurrido, no permitiremos qué lios confundan con una propaganda de indeseables. Sobre todo, quiero hacer un llamamiento a todas l s naciones extranjeras: que; se ihfohnen con exactitud antes dé emitir un veredicto final. No confundir a la mayor parte de los alemanes que han roto con (A vergonzoso pásAáo de crímenes con la canalla política que ha ocupado reoientemente las primeras páginas de los periódicos. Nosotros somos partidarios de la Ubi d; para: nosotros, antinazismo y antlcomunismo es tina misma cosa. No nos apartaremos de esta linea de conducta. Por eso, pido confianza para Alemaúia. Desde Berlín, pido para Alemania. Wllly BRANDT