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BLANCO Y NEGRO MADRID 09-01-1960 página 110
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BLANCO Y NEGRO MADRID 09-01-1960 página 110

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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crEí í s do muscular, de las uñas, del cabello y de otras materias vivientes, los átomos- ¡de carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno están dispuestos en forma de espiras. Ahora se ha llegado a una nueva conclusión n el camwpo de dicha especialidad: estas moléculas de. forma espiral o helicoid al aplanada pueden estar entrelazadas entre sí, formando. cables o cordones trenzados que vienen a ser los pelos, las uñas o plumas. Cada trenza consta de una molécula principal, enrollada en forma de espiral, y de otras moléculas similares, arrolladas alrededor de la primera. La característica más importante de tales moléculas es su crecimiento én una dirección determinada; esto es, un crecimiento orientado De aquí que las, moléculas de que se compone un ser vivo sean normalm ent e moléculas orientadas. Esta conclusión es particularmente significativa para la investigación del cáncer. Tanto las células ordinarias, como las cancerosas están integradas por proteínas. Su diferencia roñica en que las células ca ncerosas no crecen en un determinado sentido preestablecido. En lugarde estar orientadas, -se apoderan del cuerpo vivo de qué forman parte, lo invaden y acaban por destruirlo. El día que se conozcan las diferencias de estructura entre las proteínas normales y las cancerosas se habrá dado uno de los pasos más importantes hacia la dominaqión del terrible mal. F. J. Z. de G. WmMmmm Por EL TIEMPO LITÚRGICO Fallt- a mucho todavía para la Cuaresma, 45 ue este año llega muy tarde, y por eso tenemos un tiem po, litúrgico largo, más de un mes hasta Seiptuagésima, dedicado a meditar un capitulo especial de ila Epifanía. La manüfestación de Dios, la revelación de su paternidad, la redención ¡por Oristo, la plenitud de los tiempos qué todo esto significa tiene, es verdad, consecuencias cósmicas, meditadas ya en estas págtínas. Es Jiecesario ¡nsisitir, sin embargo, en c ó m o todo eso se revela desde una misteriosa sencíHez, desde una misteriosa humildad. Son misterios que vemos ya en torno al nacimiento de Cristo; pero allí, en Beüén, se acercan los ángeles, se conmueven las estrellas, llegan los IWagos. Ahora entramos en el silencio y en la paz de la familia de matrimonio e Hijo único en Nazareth. Todo es allí sencillo, humilde, pobre. Sin embargo, la presencia de Cristo traería aparejada tamijién revelación, maniifestaoión, E p i f a n í a para aquello. DoS palabras tomadas de la Epístola de San Pablo que el domingo se lee nos acercan a ese misterio: paz, caridad. Si San Pablo desea que l a paiiabra de Cristo habite en nosotros abundantemente ¿cómo será su continua presencia encarnada, su palabra inseparable del gesto, en los días y en las noóhes de Nazareth? el P. F E D E R I C O l e c h o mesa y habitación. Es una aventura que requiere a la vez sacrificio e ilusión; diriamos parodiando a Juan Ramón saorifioio y poesía cada día y digo a ¡la vez porque el lecho sin rutina, mesaocon diálogo y la casa como vida en común sólo son posibles soportándose, perdonándose, sufriéndose. Ese camino, el del sacrificio, es obligado, absolutamente imprescindible para acercar ese m á s de la gracia traducida necesariamente en más amor, en más belleza. El hogar puede ser una obra de ante de ese amor: difícil será eso entre lujo, e n t r e excesiva vida social, entre mucho dinero como consuelo a mano; difícil será eso con miseria, con lecho, mesa y casa en una sote ihabitación. Por esto, cuando pensamos en un más justa distribución de la riqueza, c u a n d o queremos un país sin desnivel extremo, e s t a m o s apuntando hacia ese nivel medio, modesto de bienes, rico de cultura, donde los valores de intimidad, brillan de manera extraordinaria. EL DRAMA NEOESARIO SOPEÑA i otro, el que trae Cristo, el mundo que puede hablar con Dios. Ese m u n d o nuevo necesitará que el Señor deje a su Madre, sufra, muere, se enltregue. Obediencia o imposición, rebeldía y mansedumbre; he aquí las palabras no para resolver no para conllevar el drama de la diferencia entre padres 6 ihijos, sino para integrarlo en vida cristiana. Cuando más dura el amor de los padres, la ilusión, la ternura del lecho, más permanecerá su juventud y, por lo tanto, más fáciil, más abierto será el diálogo én la mesa (y más vivo será el ambiente de la casa. ¿Oíficiil? ya lo creo: como imposible sin lia oración común, sin concebir el h o g a r como la encarnación de la libertad y de la caridad de los hijos de Dios. PROLONGUEIMOS LA NAVIDAD Empieza la cuesta de enero, cruda y realísima porque no es sólo mater i a l la Navidad es la época de las vacaciones radicales iporque se ponga o no entre paréntesis el trabajo, lo que sí se aleja o se disimula es el descontento y la incomprensión. Es conmovedor que no sea una familia, sino l a familia quien se reúne, con los hijos, con los sobrinos, con los nietos, porque así la palabra cariñosa es más fácil sin ser vulgar. Prolonguemos todo lo posible este ambiente: hay poco d i nero para espectáculos, para extraordinarios; es necesario que los hijos estudien; ipero todo eso p o d r í a ser compatmie, debería s e r oompatIMe, con heredar de la Navidad costumbre de mayor, comprensión, de mayor cariño. De lo contrario, habremos de considerar el tiempo de Navidad como una giuténtica farsa en la que se fingen las virtudes entrañables para dejar más al descubierto la urdimbre del egoísmo, de la vanidad de la soberbia. Pesa sobre casi todos el recuerdo de la última noche del año, compensado después, también es verdad, por la noche de Reyes que se defiende con gallardía contra la propaganda de la orgía. Estamos, realmente, en la duda: ¿Será o no será- también Se nos cuenta en el Evangelio de hoy para que no coloquemos a Nazareth en las nubes de un idilio inventado. El Señor, con doce años, deja a su madre v a San José, buscándole atribulados, y se queda, sin pedir permiso, en el templo. Cristo obedece, sí, y es ésta una realísima y misteriosa manifestación de humildad, p e r o a! mismo tiempo está imipaciente: sin la LA LECCIÓN PARA SIÉIMPRE imipaciencia la obediencia no tiene mérito, sin la impaciencia la obediencia Se trata de, l problema fundamental! el hogar, paz y la caridad de la f a- es fácil rebeldía. Nuestra Señoffa- premilia c o m o imitación de Nazareth: gunta y hace un reproiohe, Cristo res perdonarse mutuamente, sufrirse m u ponde con cierta sequedad; p e r o el tuamente, entrañas de benignidad, de cariño, la inmensa ternura son vida de mansedumbre... Se ambiciona demaobediencia, de comunidad todavía d u siado lo material, se pone el centro de rante muchos años. Hay drama, ya lo la vida fuera de casa, se dedican pocas creo, pues Nuestra Señora aprende un horas a estar en casa Porque, m u dato más dé la misión del Hijo, un cho cuidado, cuando pedimos siemipre, dato que se llama soledad y Cristo lo siempre esa cultura del hogar, ese r e- v i v e en sí mismo. Sencillamente, el finamiento de la vida común, no esepisodiio del templo apunta a algo i n tamos predicando unas simples v i r t u separable de l a vida del hogar: los h i des burguesas hechas de renuncia y jos crecen para marcharse, los hijos de s e g u r i d a d no, Dios santo, no traen un mundo distinto que ellos, muy estamos predicando una- fabulosa poéjustamente creen superior, más justo tica aventura Interior, un centrar la a! nuestro. IWaríivilloso es el mundo vida entera en torno a un amor que, de Nazareth con Nuestra Seño a, con dicho en términos canónicos, supone San José; pero importa todavía más el morail, humana la cuesta de enero? ¿Por qué se olvidan las gentes de que el Belén debe estar hasta la Candelaria, hasta el 2 de febrero?

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