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BLANCO Y NEGRO MADRID 09-01-1960 página 108
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BLANCO Y NEGRO MADRID 09-01-1960 página 108

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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EL eAMKfi LOSP PorAngel SMios AGRÍCOLAS LERÁDEISLA gresos técnicos. Ahí están la concentración, parcelaria, los medios de desenvolver el espíritu coopepatlvo en el campo, el favorecer lá agremiación de pequeños propietarios, y tantos otros meidios, cuyo exaínen nos alejaría del tema que en este artículo nos proponemos desarrollar. En suma, no hay por qué suprimir la peqtíeña empresa agrícola ni mucho menos ilanaar al pequeño empresario agrícola a otras actividades. Un buen régimen agrario debe favorecer la armónica coexistencia de la pequeña, mediana y grande propiedad particular, porque cada una de Has tiene su función específica que cumplir, tanto en el orden puramente eco- nómico coimo en el soioial y en 1 conjunto de inquietudes vitales del agro espiañol. No poidemos, pues, prescindir de la pequeña empresa agrícola, p- ero miuohíisjmo menos podemos quedarnos sin ese vialiosísimo, insustituible, factor humano, que es el pequeño empresario. Muchísimas veces hemos oído a viejos labradores decir: yo no sé qué tiene esto del campo, que aunque se sucedan años malos, aunque marche uno de mal en peor, aunque eche uno pestes de la labranza, no, hay quien le iha- ga a uno desligarse de estos quehaceres. Pues eso qiie tiene el campo para estos auténticos labriegos, nacidos y criados entre afanes eampesd. nois, es 101 valor fundamental que ha de dar vitalidad a la empresa agrícola. Y, este valor lo pioseen como nadie estos pequeños empireáarios agrícolas, y sobre ese no sé qué que tiene el campo es sobre lo que tiay que fundar la verdadena empresa agraria, pequeña, grande o mediana. Los medios técnicos, el regadío, los fertilizantes, ias máquinas... todo eso será en el campo la añadidura T NO de los faCitores neoesariois técnica, y la ciencia aprenderse... Lo para co nse g Uiir ei aumento de la que no puede improvisarse, es ei pro duiotiV iidad- en eí campo, que ap eigo a la labranza, el gusto por la es una de las oomsignas de da hora aspereza de la vida rural, el amor a actual, eís la reforma de la estiructura la tierra y al oficio, de cultivar la tiede la impresa agrícola, o si queréis, rra. Se nace labrador coimo se nace dar más adeouado cauce al traiiajo de poeta; no lo dudéis. ia poblaedón rurall activa. Es poí ible que el alodido articulista Pero no podemos estar conformes confunda la pequeña propiedad con el con que esta consigna lleve a estre- minifundio. La pequeña propiedad no m is tan fuera ¡de razón como el que es el mináfunidio. El minifundio es una heimos visto sustentado en un artículo forma degenarada de la pequeña perioidístioo, en el que se dice que, propiedad. La pequeña propiedad poaunque sea imuy lamentaible, hay que see las conidioioñeiS preioisás para que suipirimir las pequeñas empresas agrí- la empresa agrícola se desenvuelve colas y dirigir a estoiS peiqueños em- con sentido eiconómico y el cultivo se presarios hacia otras aótividades la- acomode a una buena tóonica agronóborajies. mica. En todOiS los órdenes de activiÉn 1 campo lespañol, la población dades es muy humano y muy justo ajdtiva ise cifra en 4.800.000 trabaja- y hasta necesario que el hambre asdores agrícolas, y de éstos, nótese pire a eiscaJlar superiores estadios, y lá. bien, 2.900.000 son al mismo tiempo pequeña propiedad rústica, la pequeña emjpresarios, es decir, trabajan su empresa agrícola, es el primer peldaño prqpía tierna; son, en suma, peque- para que una clase campensina, tan ñois empresarios agrícolas. El reiSto de unida al terruño, tan hecha al eslos produptoires agrícolas, que suman fuerzo del quehacer agrícola, inicie 1.900.000, son asalariados; pero de su asicensión hacia mejores posiciones eiUos solamente 400.000 son obreros eóonómiioas y sociales dentro de la agrícolas fijois, o sea obreros agrícolas exnipresa agraria. Pero en el minifunpropiamente dietoois, Con un oíioio, con dio acahan todas las posib iliidades de una dedlcaición iconstante y entera a que la tierra sea cultivada con aquel ias ía nas a g r i o o l á s Los oitrois sentido económico y téonic. o y mueren todas ias ilusionéis dal pequeño pro 1.500.000 son obreros eventuales. En un censo lahoral de 4.800.000 pietario, que acaba en amargado emitrahajadares, de los que 1.500.000 son grante hacia el peonaje urbano. obrero eventuales, es decir, sin ver- Es posible, éso sí, qíie dadero arraigo en el trahajo agrícola, empresa agrícola neioesite la pequeña una, ¿lOómo podramos prescindir de esos ra para que el ouitivo rinda mejo 2.900.000 pequeños empresanios agrl- Pero esto ya es o t r o cantar. más. La coiaSv trabajadores en sus propios como grande predios, y enviarlos a trabajar en otras pequeña empresa, tiene susla defectos, como la media, ajotividades? que hay que corregir. En cuanto a M pequeño empreisario agrifcola, eí la pequeña empresa, para que su des, pequeño propietario de tierras de cul- arrollo permita una mayor productivitivo es por lo general un buen la- dad a las tierras que cultiva, habrá brador. Es 1 hombre que nació entre que ponerle en condiciones de que en arados y terrones, que ama a la tie- éstas puedan ser aplicadOiS los. prorra- que se siente vinculado a ella no. ya sólo poír el derecho de propiedad, sino por no eé qué misteriosos lazois sentimentales que le unen entrañablemente a los afanes y peripecias del cultivo. En este pequeño empresario agrícola hay que pensar forzosamente si se quiere dar solidez a la deseada eistabilidad de las clases agrarias. En él hay que penisar, para resolver ese oacareado problema del aumento de la productividad, si se ITALIA (1) entiende que en este aumiento, adeEntre ei aficionado no- rmal a la buemás de los factores miateriaJles del na música existe una reserva, una libapátal, lia maquinaria, los fertilizan- mitación absurda, que hace íes, la técnica, los riegos, etc. tiene repertoriois que no figuran temer, los en el sialgiuna parte el factor humano. glo y medio predilecto, cuando tanLa émpriesa agrícola- la pequeña tas, taintísmas obras de antes o descomo la grande- es como una sínte- pués resulta n asequibles, atractivas y claras desde su primera audición. Ei sis de todos los fenómenos vitales de esita gran peripecia física, técnica, ejemplo práctico, la demostración se económica, social y jurídica que es el tiene en este encantador disco, presentaido por La Voz de su Amo en campo. Una empresa de tal rango no que Piranco Garaociolo, al frente de pu eide ponerse en manos de oualla estupenda Orquesta Alessandro quiíana. Y a la hora de elegir no olvideimos, en todo caso, que la pro- Scartatti, de Ñapóles, interpreíta una piedad puede adquirirse y agrandarse, colección de páginas deliciosas: dos y allegajise el cajpital, y aloanziansé la oomciartOiS- -en do mayor y re ÍJ WiüÜi mayor de Antonio VivaJldi, portentosas muestras de la inspiraHiión típica del veneciano inmoirtai, la figura cumbre de su país en ei clasicismo instrumiental; uno, muy inspirado también, de Leonardo Leo, para violonoello- mejor el conjunto que el solista) y, por fin, una obertura primorosa de Gasiparo Sachini, Edipo a Colono desarrollada con la justeza y la gracia máximas. El conjunto nos deja una sensación de particuilarísimo deleite, que justifl oa ei sincero. elogio. FRANCIA (2) En el gran salto que proponemos, no ya de países, sino de épocas, puede s. ervir de puente muy feliz una de las tres obras de Ravel que s. e oíreicen por Hispavox en el disco: Ma mere l oie Da suite quizá, más tierna y pura entre, las que llevan la flirma del compositor francés, se des-

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