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BLANCO Y NEGRO MADRID 02-01-1960 página 110
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BLANCO Y NEGRO MADRID 02-01-1960 página 110

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Por LOS TÓPICOS e I P F E DE RIC O S O P E N A por entero nuestras manos. Lo que do, todo lo q u e pueda pedirse a Dios sí es posible se íláma paz. El saoerdp- francamente, sin que nos dé vergüenÍES esla ía fecha y la situación proza q u e El lo escuiche. Y esto sí que te, que está muy metido entre t r a g e piicia para diluvio de tópicos, t ó d s verdad es m á s vida dias del mundo, tiene su teoría del picos q u e se dicen y q u e si se dijeran dolor, de tes lágrimas: puede ver ante desde dentro sal drían entre Jágrimas un sufrimiento inévitábie, ante una CONSEJOS PRACTSCOS deseso pacias: ssoTOfef a la ínga n jrc sd, muerte, ante un fracaso, cómo el do! a trágica conmowedopa ingenuidad lor con paz dice palabras tíe honda Los días de navidad, los de fin de con que nos tíeseamos felicidad para y beüa t e r n u r a arracima las lágrimas Año, a u n q u e sean para nniuchos días d e ei ñ ñ o Sáuevo sabiendo Ja imposibilide otra manera, es c d r t é s por instinto, bastante trabajo, tienen aire de fiesdad ide esa palabra tal como la sueña mientras que, al contrario, uando el ta, tienen m u c h a s fiestas. Yo les p e e; egoísmo humano. Hay una terrible dolor navega sobre rio muy revuelto, diría a ustedes que buscasen algún íucitíes en sa búsqueda de! ruido y cuando es impotencÍE i rebsSdís s la r- ato d e soledad. Escribo para el fin de Ja orgía ¡pai- a pasar es! Año Nuevo: vez, irrita, dispersa, fastidia como de Año con más de una s e m a n a de se sabe q u e sóilo entre vino y grito, latosa pesadumbre. J u n t o a est r e a anticiipación. Por esto mismo, ante las con él alma también borracha, es p o lidad podríamos poner el remedio s e n doce uvas, antes de renegar de todo sible olvidarse dé la misma vida, y eil barullo que se arma, yo les pediría cillo: la felicidad sólo está en la otra P ara q u e ei uaidro aumente en realitíos ratos de soledad, ei segundo en vida. No es exacta la r e s p u e s t a está ciad a lias doce de la noche hay la ¡a iglesia, por la t a r d e y al lado del allá arriba, sí; pero no e s t a r á si no suficiente serenidad para poner m e confesonariOi Creo que para el c r i s se encarna aqgí, en la Tierra, en forlancóSicas a ¡las gentes componiendo tiano el OTO debe terminar con una ma d e paz. el m á s s o c i a l gesto d e la tristeza. confesión general, o ea con un r e Pienso a veices que d e esa universal paso oordialmente dirigido. Piensen lo PARA EL NUEVO extensión de ía locura a media noche siguiente: a mi no me sería difícil AÑO, IViAS VIDA- -o t r o s años escribía oración para salir d e aquí tronando contra l a s fiesella; ahora ya no: -sólo nos libramos t a s d e fin de a ñ o también me sería Caminamos d s misterio en mist- elos sacerdotes; ganij. mos contra los fácil callarme, y en parte eso tenemos rio. Al comenzar el nuevo año avandemás el silencio, pero soportamos sin que hacer, a u n q u e no estaría mal ser za hacia nosotros la voz de Cristo d i ios d más, cuando vamos por la m a millonario para pagar en los periódiciendo: Yo no he venido á negar la ñana a la iglesia, el espectáculo del cos y en la radio anuncios por todas vida; yo he venido a que tengan más mundo como basura helada, como vopartes pidiendo lo q u e les pido ahoira. vida y a b u n d a n t e y esas palabras mitona heilad a. Quien encuentra y t o Porque si, de verdad, en una de estas del Evangelio nos alientan en esa iluma un taxi a esa hora huele el mistardes d e vacaciones buscaran un rato sión, inevitable, que ponemos al enmísimo Infierno. Piada me atrevería de ia t a r d e para poner boca arriba la filar el nuevo año, popque ¿q u i é n a decir si supiera q u e habían sido fesituación del alma, para hacer, en versabe. Dios mío, quién sabe la cantidad lices; ipero no, no: lo horrible es la dad, penitencia, ya no s e plantearía de maravillas y d e dichas que nos tristeza revoleadla. Con el prólogo de ei que la noche d e fin d e año tuviera puede traer el nuevo año? Pero, al esa nocihe, s e dice, se escribe el d e qué ser, necesariamente, noche de b o mismo tiempo, resuenan también las seo de felicidad- ¿ipor q u é no delerrachos y de locos. ¿L e s predico un graves palabras de San Pablo dicientrean la palabr a? -para el Año Nuevo. programa de tristeza para terminar el d o Nihil solliciti estis n o estéis a ñ o? De ninguna manera, de ninguna ansiosos de nada palabras que t i e mariera; si, hay ésta cómo necesidad nen eco bien hondo en esa inevitable LA REALIDAD de hacer el loco o el bestia al t e r nostalgia que nos dice: ¿p a r a qué minar el año, incluso en personas c r e soñar ni desear nada para él nuevo ¿Y si en luigar de felicidad nos d e yentes, especialmente en jóvenes, la año, que será lo mismo y un poco seáramos p a z? Hace t r e s domingos, causa está, créanmelo, en que no hay peor porque todos seremos un poco cuando la Liturgia anticipaba en su espiritualidad, en q u e no hay c u l t u r a más viejos? ¿Con cuál de las dos c o Dominica g a u d e t e la alegría navien que no hay costumbre de palaibras sas nos q u e d a m o s? Oon las dos a la deña, se iflsistía con San Pablo en la tiernas y bellas para imaginar un pavez, pero no vividas sólo a lo h u paz inefable, superior a toda comso de! año alegre pero sereno, inmano. San Pablo nos da la solución: prensión, deseable como permanente somne pero limpio, con la alegría y la preserftar nuestras- peticiones al Sesubsuelo y fuente en la vida del crislimpieza que deben t e n e r los hijos d e ñor es decir, pedir mucho, soñar sin tiano. El razoniamiento, muy para Año miedo, sin tasa, pero soñar lo posible, Cios. Les recuerdo esto desde el deseo Kuevo, día del I m m a n u e i Dios más cordial, desde el cariño más honq u e siempre es posible lo siguiente, con n o s o t r o s decía así: P u e s t o que do. Y ojalá muchos sacerdotes, m u reducido a dos capítulos: siempre es en nuestra viid? en toda vida, la d o chos, tengan la tarde del treinta y uno sis dé amapgüp- de sufrimiento, es, posible ser mejores, nadie puede imrepleta de ese trabajo q u e j u n t a la pedirnos ambicionar hacia d e n t r o niesiempre muy grande, es necio- -no; absolución al consejo y a la esipet e r s e más en la vida interior, y nadie necio, n o trágico- -empecinarse en la ranza. puede impedirnos tampoco q u e r e r t o felicidad, en eso que nunca atrapan

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