BLANCO Y NEGRO MADRID 18-07-1959 página 78

TAXIDERMiA Un rincón del lestudio de Benedlto. Maravillosas e s culturas y animales disecados dan ambiente al lugar donde trabaja el taxidermista. 5 í. i al disecador. Los dobla de manera tan sorprendente que adquieren siluetas llenas de vida. En definitiva, prepara el arntazón, al que sujetará el cráneo. U n cráneo totalmente limpio, en el que resalta el color blanco marfileño de los huesos sobre e l hierro gris del doblado alambre. Mascarillas, dibujos, medidas y bocetos realizados anteriormente son albora motivo de observación. El taxidermista se pone a modelar la escultura del animal. Todos los detalles son neresarios; fijarse bien en suí posturas, bacer resaltar unos músculos más que otros, plasmar las actitudes habituales, etc. El artista se pone a trabajar. Unas veces modela una escultura total, otras rellena el armazón con heno seco o estopa. Ahora viene la operación de cubrirle con la piel. A primera vista el animal ofrece cierto aspecto un tanto repulsivo. ¡Los alfileres salpican todo sn cuerpo, ofreciendo el animal un aspecto similar a u n acerico. Unos ojos de cristal cuyo color responde al que tenía en vida son colocados con toda clase de cuidados. Después se cuida del arreglo del plumaje, en las aves; de la preparación de grupos, ambientados con tierra, tomillos, piedras, etc. En definitiva existe u n intento de imitar a la Naturaleza. Intento que el buen taxidermista consigue lograr siempre que añada a sus conocimientos técnicos el sentimiento artístico necesario en su profesión, que permite plasmar exactamente, con toda la sensibilidad, la vida de los animales. La figura y la composición sirven de base en la escultura sobre la que se han cubierto las pieles. Y en el caso de las aves y reptiles, en los que no es frecuente la escultura ni necesario el modelado, el arte se presenta en el sentido del gusto, siempre de acuerdo con la realidad con que se realiza la expresión de las figuras disecadas. Arte y técnica que requieren unas manos ¡habilidosas y a las que van unidos nombres de prestigio; Benedito, Patón, Quirós, Chaves, Ancarso, García Llorens, Severini, etc. Nombres conocidos de todos los aficionados a la caza que conservan sus disecados trofeos, que pasan unas veces a decorar sus hogares, otras como piezas de gran valor a los Museos. Arte p o r el que el taxidermista vuelve a dar ana vida estática al aniu al que cayó víctima de la muerte. J S. F de S. ImSsf í- e? í á t 9! í i? m