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BLANCO Y NEGRO MADRID 22-12-1935 página 146
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BLANCO Y NEGRO MADRID 22-12-1935 página 146

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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La red francesa de fortificaciones Por ANDRE BEAUGUITTE O IGO criticar con frecuencia el valor real banda rectangular de hormigón que aparece entre dos pliegues del terreno, con múltiples ojos negros en los que brillan los orificios de las ametralladoras. En realidad, sólo distingue la tapa de una caja cuya parte esencial está escondida bajo tierra, frente al enemigo. Bajo esa tapa, sin embargo, se mueve una enorme fábrica en la que los soldados, verdaderós obreros del ejército circulan en trenes pequeños, a lo largo de galerías interminables con centrales eléctricas y numerosos ascensores. Un poco más lejos, en las torrecillas, un sistema de mecanismos modernos transporta las municiones hasta el ánima mis ma de los cañones. Pero esta actividad no se manifiesta solamente en un único piso subterráneo; a veces, a 40 o 50 metros de prof undidad, en un segundo o tercer- piso, es donde se encuentran los especialistas que trabajan a la luz eléctrica, respirando el aire que les llega del exterior por unos tubos espedales. del sistema defensivo francés. Se han- emitido juicios contradictorios acerca del papel exacto que nuestra línea de fortificaciones podría representar en caso de conflagración. Y por ello considero un deber salir al paso de todas esas afirmaciones gratuitas, para exponer aquí, con toda objetividad, la impresión que personalmente he recogido en el curso de los numerosos viajes efectuados con mis colegas de la Comisión del Ejército al conjunto de nuestras fronteras. Entre todos los ataques formulados contra nuestras fortificaciones, el único que tuvo visos de fundamento en un momento determinado fué el relativo a la ocupación de las casamatas, Bien es verdad que la ley de un año no permitía garantizar la utilización de los materiales complejos y armamentos automáticos ocultos bajo el hormigón. La ley de un año tampoco podía dotar a la nación de un ejército de especialistas, provistos, desde un principio, de una instrucción técnica suficientemente desarrollada para cumplir su verdadera misión. En efecto, el hormigón es inerte si no se utiliza con unidades a la altura de su difícil papel. La conservación en filas del semi- contingente licenciado en la primera quincena de julio ha permitido la compensación del déficit cuantitativo y cualitativo de nuestra, tegión fortificada. Mientras tanto, en espera del funcionamiento normal de la ley de dos años, se crearon nuevos regimientos, a tiempo que se efectúaba una distribución más lógica de las formaciones diseminadas por todo el territorio. Además, la clasificación más moderna de ios reservistas, en escalas B- i, B- 2 y B- 3, asegura de ahora en adelante la ocupación casi inmediata de las casamatas por los fronterizos, y el refuerzo de la formación defensiva en un mínimo de tiempo, con la llegada rápida de los disponibles más alejados. Podemos, pues, asegurar, sin peligro de ser rectificados, que no estamos ya en la época, reciente todavía, en que nuestras fortificaciones, abandonadas a sí mismas, corrían peligro de caer en poder del primer ocupante, en caso de agresión inesperada. En el curso del último viaje que efectué con mis colegas de la Comisión del Ejército á la región del Este, recorrimos cerca de cien kilómetros de frontera de hormigón en donde todo el material de guerra está actualmente en su sitio. El esfuerzo realizado es incalculable. Los mismos escépticos no han podido menos de confesar que la espesa muralla a cuyo abrigo descansará la potencia defensiva de nuestro país constituye un obstáculo poco. tnenos que infranqueable. La única crítica que podría admitirse sería la que se refiere al esfuerzo financiero que se ha precisado para llegar a esa realización, ¡Cinco mil millones se han gastado a lo largo de la frontera! Y ya hay previstos nuevos créditos para fortificar las regiones de Montmédy, Maubeiige y Valencíennes. Evidentemente, se trata de una carga considerable para los contribtiyentes. Pero cuando él conjunto de trabajos esté terminado, ¡qué seguridad tan grande habrá adquirido- Francia contra los accidentes exteriores! Esa obra constituye una satisfacción tanto más grande cuanto que en ningún momento puede aparecer como confesión de un militarismo o dé un belicismo de mala ley, sino por el contrario- -puesto que las casamatas, por su concepción misma, tienen un carácter -específicamente defensivo y no ofensivo- -cómo la manifestación del propósito único El observador superficial que desea emitir que tiene nuestro país y que es proteger por opinión acerca de la ve alfrancesa que largo nuestro territorio Beauguitte. IntemaHonale. y tificaciones, por lo que redun más de una Copyright Agence Littemire suNolaspercibe, efectivamente, pasar de for- posihlts. -André contra todas las invasiones carreteras, comete error grave.

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