Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
BLANCO Y NEGRO MADRID 17-11-1935 página 95
BLANCO Y NEGRO MADRID 17-11-1935 página 95
Ir a detalle de periódico

BLANCO Y NEGRO MADRID 17-11-1935 página 95

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página95
Más información

Descripción

gunos periodistas y me dicen algunos sol- daba de mi promesa taurómaca- -te hablé dados. Eso sí, los soldados no piensan en de ella en mi carta anterior- se la pasó ello, y, obedientes al mando, continúan su suspirando por la presencia del búfalo ante avance lento y tenaz, casi con la incons- el cual yo debía demostrarle mí destreza en ciencia de los tanques, que marchan en la el arte de Pepe- Hillo. Pero el búfalo no vanguardia, subiendo y bajando empinadas se ha dignado comparecer. El yanqui sigue cuestas, tronchando arbustos, desbrozando esperando; la e s r a n z a lo mantiene, y él malezas; con ese embestir porfiado, que por me mantiene a mí, y por eso no puedo vollo tranquilo ni embestir parece, caracterís- ver a EspEiña. tico del rinoceronte, que anda a favor del De Adua, que está muy cerca de Makallé, viento arrollándolo todo y sin detenerse le llamo cerca a unos cien kilómetros esante ningún obstáculo. La opinión hostil de casos, solemos salir el yanqui y yo con léis la Sociedad de Naciones, y de medio raun- tropas que parten a la conquista de dicho do, no desmoraliza, como pudiera parecer, poblado. A los pocos kilómetros acampaa los guerreros de Italia, y de mis conver- mos para merendar y dormir, y luego, en saciones con im teniente de bersaglieri, que vez de proseguir la marcha, desan ¿mos lo era todo lo contrario que fascista cuando andado; cada día avanzamos un poquito más, llegó aquí, he podido colegir que la enemi- pero este andar nuestro, presidido por el ga casi internacional contra el Duce le va miedo, la pereza y la desilusión, es algo sumando amigos nuevos entre sus compa- así como el tejido de la tela de Penélope triotas, que tpman sobre sí el peso de la A propósito de Penélope, y no te asombres responsabilidad de su jefe, como si quisie- de la extraña cerebración que me lleva a ran aliviarlo, pensando que, sean cuales fue- este recuerdo: no he encontrado ya aquí a ren su política y sus ideas, es un notable la periodista francesa. ¿Dónde se habrá ido? hombre de Estado, y es un italiano, y así ¿Estará con- las tropas italianas, que todos al defenderlo, aun sin estar de acuerdo con los días toman al ún poblado en los alreél, defienden un valor positivo de su pa- dedores de Makalle, esperando b hora de la tria. Esos italianos, tan espectaculares y tan gran batalla? Te confieso que la echo muhabladores, en el fondo son sobrios, cau- cho de menos. ¿A quién habrá invitado tos y prudentes, y creen que la ropa sucia a almorzar de sus conservas y a beber de debe lavarse en casa. su bórgoña? ¿Con quién estará, en dulce Como habrás visto por la fecha de esta y amable compañía, bajo el templete vivo carta, al fin, siguiendo tu consejo, me de- de unos sicómoros, como estuvo conmigo cidida ponerla, la escribo én Adtia, pues des- aquí hace unos días? Siento unos celos abde que salimos de Addis Abeba el yanqui surdos. Absurdos é ilegítimos, porque mis y yo no hemos hecho sino desandar lo an- relaciones con la francesita fueron tan sólo dado. En Yibouti, sintiéndome guerrero, sa- un alegre coqueteo, que no llegó siquiera, ludé al Mar Rojo con el grito de los sol- ni mucho menos, al flirt, palabra inglesa dados de Jenofonte: ¡Thalassa, thalassa! solapada e hipócrita, pero cuyo significado De este Mar Rojo me ha dicho m i ami- suele ser muy elástico. go el teniente que él sigue creyendo que Ayer por la noche se disponían a salir es lá llave del Mediterráneo. Por lo menos de aquí tres regimientos, y nosotros con me ha recordado que hace cincuenta años ellos, a la conquista definitiva de Makallé. un ilustre estadista, Pascual Estanislao Man- cuya toma es ya inminente; pero de pronto cini, en una interpelación en la Cámara de recibieron los generales un despacho de Diputados sobre la política colonial italia- Roma ordenándoles que suspendieran el na, exclamó: Vosotros seguís temiendo que avance y las hostilidades cuarenta y ocho nuestra acción en el Mar Rojo nos distrai- horas. ¿Por qué será? Al caer de la targa de lo que llamáis el verdadero fin, el de, y al subir de Jas sombras, hemos samás importante, de la política italiana, que lido a dar un paseo por las afueras de Adua debe ser el Mediterráneo, y, en cambio, mi amo el yanqui, el teniente de hersaqlicri no queréis considerar ni reconocer que en y yo. Mi amo no desperdicia ocasión de el Mar Rojo, que es el más cercano al Me- que se nos aparezca el búfalo; pero sólo diterráneo, pudiéramos encontrar la llave de aparecen unos mosquitos mucho más difíde este último y la vía que pudiera con- ciles de torear. Ahora, después de merendar ducirnos a una tutela eficaz que evitase todo unas lonchas de jamón de York, en conserdesequilibrio por intervenciones extrañas. va, claro, que remojamos con una cerveAsí me ha dicho el teniente, v j o nada za negra del yanqui, más amarga que la agrego, porque nada sé de política inter- hiél, hemos encendido sendas pipas, a la nacional; ero me parece que Italia estuvie- vera de un arroyo guarnecido de eucalipra comlmtiendo por tierra por un interés tos. Mezclamos tabaco capstan y hebra de marinero, y pienso en todo el humo que la unos cigarrillos italianos llamados Macedoflota inglesa esparce sobre las aguas del que nia, que traía el bersaglieri, y esto sabe a los latinos llamamos todavía mare higos secos y a miel y huele a resinas queDe yibouti a Adua otra vez, como cuan- madas; es decir, que sabe y huele a todo, do nos fuimos, hemos hecho el viaje un menos a tabaco. ¡Lo que yo daría por un poco en un viejo Ford, otro poquito an- purito barato de los de allá, aunque fuese dando y otro metidos entre las dos jibas un áspero caliqueño! Te juro que me olde un camello. El yanqui, que no se olvi- vidaría de la guerra si no fuera por el re-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.