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BLANCO Y NEGRO MADRID 10-11-1935 página 186
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BLANCO Y NEGRO MADRID 10-11-1935 página 186

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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La é s í r a t e g i a NA circunstancia, esencialmente militar, que intranquilizó a Europa en los comienzos del actual conflicto italo- etíope, ha sido poco examinada por la prensa iet mundo, como si se temiera en todas par tes tocar cuestión tan espinosa. Sin embargo, SE üü país tan alejado, espiritual y geográ Scamente, de la pugna no existe riesgo algu ao en estudiar a fondo el asunto; antes parece útil exponerlo con toda desnudez y claridad, porque de su significación pueden de ducirse enseñanzas técnicas. El hecho concreto y sintomático es la ráipida concentración de todas las escuadras feritánicas en e! Mediterráneo y el reforzatoiento apresurado de las defensas terrestres de los tres puntos neurálgicos de Inglaterra en, gl mar latino: Gibraltar, Malta y Suez. El paso de las primeras unidades jiavales inglesas por el Estrecho de Calpe no podía despertar suspicacias, ya que habíanse anunciado con bastante antelación maniobras o ejercicios de los que la marina británica realiza con frecuencia eti o t o ñ o pero, siguiendo ía estela de los primeros barcos, otros, procedentes de todos los mares del mundo, y hasta la Home Fleet que nunca abandona las costas de la Metrópoli, entráronse por ei Mare nostrun de ¡a antigua S. oma y se repartieron por todos sus confines, dando a Europa la sensación de un acto de fuerza, tal vez, precursor de un hecho de violencia. n o m b r ó también el Senado argentino, pudieron concretarlo de una manera cierta. E n cualquir caso, J o n g h i fué un intermediario habilísimo. L o g r ó o b t e n e r cpntratos en favor de diversas entidades de primera línea. V a r i o s oficiales del ejército argentino, miembros de la comisión de compra de a r m a s en Europa, declararon que J o n ghi conocía los mercados en proyecte a n t e s dé que fuesen definitivamente acordados, y que asistía, n o se sabía a título de qué, a las comidas ofrecidas en favor de los miembros de la comisión de compras. De sobrino a feto. Jonghi fué acompañado a Europa por su tío el general Belloni. Y el senador Mario Bravo- -que tras una interpelación sensacional descubrió los procedimientos em- pleados p o r Jonghi- -m o s t r ó a sus colegas varia fotografías d e cartas que intenta ban demostrar- que el general Belloni r e partía con su sobrino las comisiones que le ent- regaban los fabricantes de a r m a s D e un solo asunto que alcanzó la cifra de 1.200.000 dólares, Jonghi cobró su comisión habitual del 5 por 100, o sean 60.000 dólares. manda Por ei generai BE, MUDEZ DE CASTRO U P a r a descubrir la razón de tan apresurado proceder hay que entrar en el terreno de la técnica militar, hoy en discordancia con los procedimientos de la diplomacia, siempre lentos y ceremoniosos. N o existe un solo tratadista militar que no haya preconizado como axioma incontrovertible que las guerras futuras comenzarán por una agresión inesperada (ataque brusqué le llaman los franceses) La preocupación de todos los estados mayores, y especialmente de Francia y de Alemania, que van a la cabeza en las teorías y doctrinas modernas, es precaver a sus países de esa relampagueante embestida, cuya sorpresa inmovilizará por unos instantes irrecuperables la defensa nacional, proporcionando al agresor ventajas eficaces para proseguir con éxito las operaciones; tan seguros están los militares profesionales de que la ruptura de la paz se ha de producir de una manera repentina, insospechada, brutal, que todas las organizaciones de la defensa y del ataque no tiene otra estructura que la de oponer a una sorpresa una cobertura fija irrompible y dar a las fuerzas móviles una rapidez de acción capaz de saltar por encima de las fronteras antes de que lo sospeche el adversario. L a movilización y agrupamiento de las flotas británicas no tuvo, como en otras ocasiones, un sentido de coacción y de amenaza, sino todo lo contrario; fué una actitud de D u r a n t e estas explicaciones el ministro de la Guerra, general Rodríguez, e x c l a m ó -i Si yo fuera Belloni, m e l e v a n t a r í a la tapa de los sesos! L u e g o cuando el senador Bravo h u b o terminado su interrogatorio, en medio de u n a atmóisfera silenciosa y terriblemente dramática, el ministro de la Guerra d e c l a r ó Acepto como leal y sincera la palabra del senador Bravo referente a los documentos que parecen p r u e b a s de la culpabilidad de un oficial del ejército a r g e n t i n o Yo pido a ese hombre, si es culpable, del crimen de que se le acusa, que caiga como caen los h o m b r e s de honor cuando se han extraviado... Como consecuencia de esta interpelación, el presidente J u s t o firmó un decreto p r i vando al general Belloni de su grado y prohibiéndole el uso del uniforme. E n cuanto a su sobrino, el dentista A l berto Jonghi, tuvo, a su úfltimo paso p o r París, algunas dificultades con n u e s t r a Dirección General de Seguridad y, según m e informaron amablemente mis queridos colegas de L a P r e n s a está actualmente r e fugiado en Suiza. -Paul Allard. Copyright Agence Lüteraire Internationale.

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