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BLANCO Y NEGRO MADRID 20-10-1935 página 98
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BLANCO Y NEGRO MADRID 20-10-1935 página 98

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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el color negro y brillante más bailo que el ébano y el azabache, no puede dársele a la espuma de las pipas, sino sometiéndolas a la llama del alcohol. por quien tenga mucha práctica en dio, porque corre dos peligros, grave el primero, que le estalle a pedazos la pipa, y gravísimo el otro, que le deje tuerto o ciego el estallido. De todos modos, el color negro obtenido por este aculotamiento artificial nunca jx 3 drá competir con el incomparable de las boquillas, conseguido lentamente por el calor y el humo de cigarros y pitillos, y por el encerado oportuno... üina de las más bellas colecciones de pipas y boquillas era la del Kíaiser iGuillermo II... para contrariedad suya, porque por prescripción facultativa apenas si fumaba nniv líe tarde en tarde un tercio de pitillo. La. moda de las boquilla. s artísticas de ámbar y espuma- las hay maxavillosas- -culminó el siglo pa. sado. El general Martínez Caimpo. s- a quien se reprochaba el fumar tagarninas- érales muy aficionado, y poseia y usaba muchas muy válio. sas y de salido miliares de boquillas estupendas. 1. a última que le vi concluida por él, se la había encargado el gran actor E rancisco Morarlo, que también fué un coleccionista de boquillas, si bien poco afortunado, porque las perdía o se le rompían a medio aculotar: esta última era una deliciosa cabeza de. gato, copia ipor cierto de una publicada en una foto de BL. WCO Y NEGRO, Viejo ya mérito, lo que revelaba en él. finura de gusto. El ex ministro D. Amos Salvador dejó una magnífica colección de boquillas, que creo conserva uno de sus hijos. Detalle curioso de esta colección es que hay una serie de b x tiillas en todcts los tonos del aculotamiento desde el Manco impoluto hasta el negro azabache. En aquel tiempo, cuantío se quería hacer un buen obsequio a alguien, se le regalaba una monumental boquilla... fjue no se podía utilizar, ¡porque ¡cualquiera llevaba en la boca una verdadera escultura, que, si encantadora en una vitrina o sobre una mesa, pesaba cerca de cuarto de kilo! Las más bellas boquillas se labraban en Viena. Porqaie allí disponían dé espuiua muy superior a la de los demás países. Y ponjue sus artistas estaban especializadas en este arte, más difícil de cuanto se sospecha. Muchas de las que ilustran este artículo son vienesas. En Espafia tenemos un srran artífice en bcxiuillas de espuma, D. Bernardino Brucaret. De su mano han y abarrotado el comercio de cursis boquillas chillonas baratas como fabricadas en serie, tiene casi ociosas sus manos de artista, Morano, poco antes de morir, conservaba, todavía, la impaciencia de los dueños bisónos de boquillas, por acülotarlas. Sabía todos los procedimientos para ello, menos el único eficaz, el de fumar mucho tiempo con una y encerrarla cuando sea preciso. Vuelve la moda de las boquillas artísticas de espuma, como otras modas de los tiempos imperiales de Eugenia de Montijo. ¡Pero es una moda difícil de seguir. Retjuiere, por de pronto, dinero- la boquilla más barata cuesta treinta y tantas pesetas, pero adviértase que es una escultura y de arte especial- luego, finura de gustos, incluso paladiales- -la buena espuma comunica sabor cada vez más grato al tabaco, conforme avanza en su aculotamiento- y. por último, atención constante a su limpieza interior y externa; a su encerado- que no todos saben dar ni cuándo ha de darse- y a su fragilidad, en aumento con el del aculotamiento. Por eso no puede usarla quien quiere. Y pocos llegan a aculotarla. Por eso ahora que las mujeres han dado en fumar, la boquilla artística entre sus manos aífiladas de pintadas y pulidas urjas, parece lo uo verdaderamente es: un adorno más, un. bibeloi caro, beillo, lujoso y elegante... Una exposición de boquillas artísticas se- ría sumamente interesante. Yo me permito brindar la idea de su organización a la Asociación de la Prensa y a los Amigos del Arte... No sería menos atractiva ni menos p e, na de anécdotas ¡históricas que la del abanico. Enrique González Tioí. (POTOS DBl, AUTOR)

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