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BLANCO Y NEGRO MADRID 13-10-1935 página 154
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BLANCO Y NEGRO MADRID 13-10-1935 página 154

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Polonia haga otro tanto. Para un país predominantemente agrícola, la densidad de su teritorio empieza a ser excesiva: unos 8o habitantes por kilómetro cuadrado. E n cuanto a Italia, en catorce años (a partir de 1921) su población ha aumentado en cinco millones. Su territorio e. s de 310 mil kilómetros cuadrados y la densidad ele I39 habitantes. En Alemania, la densidad es algo mayor: 141 jiersotias por kilómetro cuadrado, pero con la diferencia de que el suelo y el subsuelo del Keich son más ricos ¡ue los de Italia. Más adelante tendremos que volver sobre este importante asunto demográfico. I a (Jran Bretaña pensaba ya, hace varios decenios, en la realización del grandioso sueño de C ecil Rhodes, que cojisistía en enlazar El Cabo con El Cairo, a través de territorios intervenidos por Inglaterra. Por esta razón tuvo que fracasar la tentativa portuguesa (hacia fines del siglo pasado) de unir geográficamente Angola con Mozambique. Por la misma razón tuvo que chocar la müitar Marchand con las tropas de Kitcbener én Fachoda, cuaiulo los franceses intentaron la travesía de África del Oeste al Este, digamos en la linea DákarDjibuti. E n el primer caso Inglaterra afirmó sus derechos sobre la futura Rhodesia. En el segiuido, sobre el Sudán superior. Los intereses. ES Los intereses de Jas potencias coloniales son diversos. Son deniográíicos, económicos, políticos y militares. Un nn nistro jo -en de los últimos años de la monarquía me decía que le alégrate más ia modesta posesión de ifni que la de muchos miles de kilómetros cuadrados en Europa, pon ue el Continente negro era la tierra del ptjrveiiir y España no debía estar ausente de él. Desíle e! punto de vista de los recursos económicos- -escribe Pérez Urruti- -conviene recordar que el continente africano, en compensación a su íntima pro lucción hullera y petrolífera, es el mejor dotado de reservas hidniulicas, por efecto de las grandes precipitaciones acuosas de los trópicos y de los grandes desniveles ine proporciona el relieve escalonado del suelo. Baste decir a este respecto que de los 450 millones de caballos de vapor ue representan las reservas hidráulicas mundiales, corresponden a África cerca de 200 millones. En el inventario minero resaltan los filones de roca aurífera del Vfrica del Sur, que repre. sentaii más Iel 50 por 100 de la prfMiuccion mundial de oro, y (jue contribuyen por mucho a darle a (irán Bretaña la supremacía que hoy disfruta en la proflucción de dicho nieta! precio. so (70 por joo; Entre los pnxluctos tropicales y suirtropicales del continente se destacan hoy días el cacao y el algodón. Este último Aieiie rindiendo imjiortantes cosechas en Egipto, mientras que en el cultivo ascendente del cacao figura actuíilmente -Vírica con cerca del 60 por ico de la pnxlucción muTidial: planta tropical típica de ¡as tierras bajas, encuentra campo apropiado para su desarrollo en la zona atlántica ecuatorial de África (Costa de Oro, Pogo, Cameriín, Fernando! io, etc. Aunque el comercio africano representa una fracción reducida del comercio internacional, no por eso dejan de tener importancia ía producción y ei tráfico de los siguientes artículos: el oro, procedente del Trans -aal, Colonia del Cabo, A) isinia, Madagascar. etc. los tliamantes del Cabo; el caucho, le Lil) eria. Congo, Nigeria. Senegambia. Madagascar y Angola: el ganado, de Marruecos y demás países del Atlas, como también de Madagascar y Senegambia; el marfil, de Abisinia, Sudán anglo- cgipeio, Congo, Nigeria, Zanzíbar y t amerún; la goma arábiga, del Sudán; los fosfatos, de los países del Atlas y Tanganyka; los productos derivados del coco, de las islas Mauricio, I E- IASI. rK PEI. IGROSO QIÍK LOS BXTQtrKíí SE KK- África portuguesa y protectorado inglés del África central; el cacao, de la zona atlántica CUENTREN EM EL MEI 1 TKRRA ÍE 0. ecuatorial; la madera, del Camerún, Costa de (I e J ie ürtriinesííeí, Munich)

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