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BLANCO Y NEGRO MADRID 29-09-1935 página 175
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BLANCO Y NEGRO MADRID 29-09-1935 página 175

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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MUSSOLINI DICE... Estamos en vísperas de uno humanidad nueva, Una vez que ha tomado una decisión nada ni nadie puede impedir que Italia llegue hasta el fin propuesto Por ANDREE SIKORSKA En estas lloras decisivas j muchadeumbre, en la- corriente de intique vive Europa, la pre- j j á i u senté interviú, de amplitud midad que se- reflejaba entre ambos: inusitada, dibuja con fuerte f Résulta asornbroso, excelencia, S er cótrazo la imagen de Mussoll- mo. habéis guardado ei i contacto con el puenl, individualista y arrastra- yt dor de masas. i, -compreríQO al p. ueulo. y el me comprenN el viejo foro, desde el arco de Tito de, porque yo: mismo salgo del pueblo. Ñ o hasta el fondo del Capitolio, toda es- ceso un solo instante, de. penáar en él. ta Vía Sacra evoca, entre sus ruinas. Me, habla en, un íraneés iriipecable al que la procesión del triunfo. M u y cerquita, p a- añade un encanto- indescifrable, gracias I a su tálela a ella, discurre la vía del. Imperio, voz que arrastra las- erres, -tan pronto velala nueva vía de Roma mussoüniana, que da como ruda y Tetumbante. parece dispuesta a retortio de un ejérEl pueblo... El quisiera qué los extranjécito victorioso. ¿N o encontráis chocante que, r o s l o estudiasen, desde el Coliseo, vaya recta al Palacio de- -Viajar, linezcíarse a la; vida sencilla de! Venecia, en donde Benito Mussolini traba- país, y entonces- se comprenden muchas, coja, gobierna y recibe? sas. Ño basta con reflexionar en un; cómoContados son los visitantes qué reciben au- do despacbo. La ñlosofía merece su prestitorización para t r a s p o n e r la entrada de es- gio, perp se. extravía cuando concede, a la te orgulloso castillo al que el Renacimiento razón el lugar que corresponde a veces a dio. la elegancia de una mansión señorial. Pe- la intuición. Si mi intuición me sugiriera un ro tan pronto franqueada la escalera, digna dia que dos y dos no son cuatro, acabaría de un dux, el huésped se ve envuelto por por creerla. sonrisas que parecen decir: Puesto que el Los ojos del duce se a g r a n d a n de r e p e n duce ha decidido recibiros, sed bienvenido, te, y su brillo extraordinario revela n- ue- Vuestra alegría es la nuestra. va sorpresa: -en el hombre de acción reaAl final de una serie de galerías de mu- lista, al patético de fe grande, seo c u a d r o s vitrinas y, en el suelo, mosai- -Estamos en ví- speras de una hurnanidad eos, embaldosados de color rojizo de vaso nueva, más bella que nunca; será el pueetrüsco, porcelanas brillantes- la puerta al- blo entero que habrá subido, tíslma se abre sobre la penumbra de una sala inmensa. El duce define a su pueblo. En el fondo rompe las tinieblas un enor T H I r X J J T me globo de luz verde. Detrás, apenas visi- e aquí llegado el instante de decir al ble, aparece en primer término la frente. duce que los m d m d u a l i s t a s franceses, a exEl duce levanta el brazo para hacerme el P f. i oria, creen, -ellos tam, saludo romano. A su máscara, más grande bien, que lo social cuenta tanto como lo perqué natura como dicen los escultores, iba f i e n que s e de a la rnasa, en el ya a concederle la inmovilidad de las for- i t e r e s de cada uno, los medios de mejorar m a s eternas, pero, a medida que avanzo, co- t íO e a ¿e formar cobra vida. Su potencia, un in, stante, transfór- n? solo ser potente y feliz, pero piensan mase en dulzura, una dulzura inesperada, pa- f TM TM P l f excepcionarecida la del médico que no hace daño j tiecesanos a la evolución de la colecticuando toca la lla- J- a vidad, piden elevarse por encima de lá maPienso en lo que me dijo antes uno de los sa, y que necesitan libertad. ¿Cómoe, -posijóvenes dirigentes del partido fascista, sig- 1 Que este ideal francés no pertenezca tamnor Gardini: Sabe mejor que nosotros lo bien a ltodo hijo de Italia, país de héroes y que necesitamos Y también: Se adelanta Jg nios. a nuestros deseos. Todos le debemos una M J O S de. chocarle, al duce le agracbí, esta sensación de seguridad, porque sabemos po sitivamente qué no dejaría hundirte al más P eWo o es un nido de termitas... humilde S e n a animar (y su boca fuerte se contrae Pienso también en el Mussolini que vi e l mueca) Proceden de mala, fe los día del levantamiento fascista y del desfile Este artículo Mrmi a. al final de la pági, militar, en las miradas que cambiaba con na siguiente.

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