BLANCO Y NEGRO MADRID 29-09-1935 página 161

J: J. J- ¿K LO MISMO QUE LA POBI 4 CION CIVII- EL EJERCITO SE DEFIENDE DE LOS GASES M O R T Í F E R O S H E AQUÍ UNA PIEZA ANTIAÉREA, COMO LOS S E R V I DORES DE LA MISMA SE PROVEEN DE LAS CARETAS PROTECTORAS. (F O TO LLOMPART) Los pueblos deben hoy estar prontos a soportar con heroísmo macho los ataques aéreos; para ganar ia guerra del aire, no basta que uha nación disponga de poderosas fueirzas aéreas; es preciso también que la nación uwa la máxima energía a la extrema sagacidad, con el objeto de resistir las desmoralizadoras pruebas de la guerra aérea; hay! a idlo un trabajo de instrucción y de educación que no ipuetle dejarse a la última hora. Recuerda Niessel las frases de Oausewitz, caimpeótti de la educación rnilitar alemana Las grandezas morales fanman parte de los éleimetitos más importantes de la guerra; son ellas la esencia misima de la lucha. Los denreintos de resistencia están compuiefffos, una mitad por fuerzas materiiales; la otra mitad, ipor fuerzas espirituales que aventajan a todas, en que si aquéllas se dtesgastan y agotan, éstas no se acaban nunca. Un aiíemán de nuestros días, Reime, acaba de publicar ideas que han causado sensación profunda rrtre sus compatriotas, reftriéndosie a qUe ipara conservar esa fuerza incoercible es por lo que se ha creado en A l e m á n ia el Servicio civil de la Protección aérea, y n Polonia la Liga Nacional antiaérea, con 800.000 ciudadanos auxiliares, moral y pectmiaxiamente, de todos loe proyectos del Gabierno. Rentie asiegura que el Servicio Civil tiene por misión combatir y destruir ila psicosis que resulta de la falsa opiríión de la población civil, creída que está exipuesta a los horrores de los ataques aéreos, sin iposibilidad de socorro y protección. La biblíc afía extranjera, referente a este asunto, es muy copiosa ya; un libro reciente de! inigeniero Kneipfer, poniendo al desmido los ipeligros que amenazan, indica las muy titímeroisas y fectivas medidas que se pueden tomar contra los riesgos aéreos. Otro libro del ingeniero Briioh Haimpe precisa que, gracias a los trabajos del personai esipecializado, se ccnocien los deberes que inciKiibejí a todos, desde el alto funcionario civil al imás humilde cabeza de faimilia. El general de división Mildi, bsi 3 cretario de la Aviación germánica, traza en tmas páginas repletas de doctritia ell dbjetivo final dell Servicio Civil de Protección antiaérea, que se habrá realizado totalmente. Primero. Si el efecto de una sopprfelsa de ataque aéreo a una jKíKación queda limita-