BLANCO Y NEGRO MADRID 01-09-1935 página 136

E N LA FUENTE DE N E P TUNO, EL AGCA TIENE COMO UN GÜELFO KÜMOE BE CONSPIRACIOSÍES... es exacto. Por de pronto sabemos dos cosas, ambas reveladoras: que erlujoso espectáculo de la Corte estense le disgusta, y que en su mocedad melancólica f- oé muy sensible a las o1 scuras tentaciones de la alquimia. Conmovido por la miseria moral que advierte en su época, se retira a los veintitrés años al convento de los dominicos de Bolonia. Ahí pasa un largo lustro dedicado al estudio y la meditación. Pena que no hubiese pasado más, porque, pese a ser muy leído e instruido, su actividad futura sé resiente de un- desequilibrio entre el frenesí retemblante de su vehetmencia y la débil discipTina de una ciencia liviana. En el 1482 predica por vez primera en el San Lorenzo florentino, y el templo se conmueve de sollozos. La ¡moción de la multitud arde en la parrilla de una oratoria con piras de imágenes apocalípticas y terribles escorzos proféticos. Por Florencia entera se propaga el contagio de aquellos acentos convulsos que anuncian el castigo de un mundo corrompido, ajeno a la pura ley evangélica. Todajvía hoy, momificados en la letra del libro, sus discursos son en verdad- -y en mentira- -impresionantes. Se comprende que