BLANCO Y NEGRO MADRID 18-08-1935 página 87

J ¡J ÜSim BTii CüiTtídoros qúc toiiiaron xuii- tc e a el Circuito motorista tie Castro I i- aiaU- Gil del Espinar) (J oto litiqueo o de caciquismo, y eu las más por falta de alicientes y de estimulo o acaso por no po ier soportar las obligaciones de índole económica. En todas, absolutamente en todas las zonas en que el fenómeno se ha producido, íoritosaniente existe una causa. Y es obligación de Jas Federaciones investigarla y combatirla, sobre todo dándoles facilidades a los cluibs, como ahora hace Vizcaya, y siempre hicieron Cataluña y Asturias, que con MurcTa son las regiones que han demostrado estudiar y resolver el problema con más cariño y con mejor éxito. Desde lueg o, esa no es una labor grata para el que no tenga vocación de apóstol futbolístico, porque suele tropezarse con una resistencia o una indiferencia que no se vencen al Drinier intento sino a fuerza de perseverancia y de sacrificios; y, sobre t (xlo, es una tarea cuyo rendimiento no es inmediato, y de ahí el descorazonamiento y la falta de continuidad en los dirigentes de etleraciones, que no hacen por lo general más que soportar los cargos para apoyar al club de sus amoi es... Poi- eso, poj que estimamos que sería de una gran eficacia para llegar a la reconquista de esos clubs no federados, es por lo que nos parecía un gran acierto la creación de nuevas Federaciones, sobre todo en aquellas que por su gran extensión realmente no podían ejercer una vigilancia constante ni or- ganizar adecuadamente campeonatos para para todos los clubs. l ero ya que ese proyecto quedó, como muchos otros, en agua de borrajas, lo que se debería hacer cuando menos, es crear en todas las regiones extensos Comités comarailes, cuantos más mejor, porque desde e! i s podría realizarse con buen éxito la laljor de aproximación, y los clubs que, como aquellos de la Costa Vasca a que nos referimos, tienen que organizarse y organizar sus campeonatos, tendrían una direcoón, un apoyo, orientación y protección. Todo dló repercutirá en bien del íútlx) l regional y, por tanto, del fútbl español que milagrosamente se mantiene en su rango con tan exiguo número de clubs y de jugadores Como los que actualmente hgviran registrados en la organización oficial. Si en España se realizara a fondo esa obra de catequesis, seguramente que no tardaría en llegar el día en que se podrían exhibir esos números que a nosotros nos pa 7 recen fantásticos, y que naciones couio Alemania, Inglaterra. Italia y Francia híicen públicos, con natural orgullo. Nos referimos al de clubs federados y al de jugadoresfichados oficialmente en su federación. Y a igualar aquellas cifras se puede y se debe llegar. A. Sánchez de Ocaña.