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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-07-1935 página 203
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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-07-1935 página 203

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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PRINCESA DE BIBESCO 6l da en las tabernas de! a oriíia izquierda, y que decir: ¿Tienes valor? -Hay estados de conciencia antiguos, anotados por las masas, que reaparecen siempre en las capas profundas de la población. Te veo incluido entre Jos fallidos del movimiento Así el gran Mirabeau en los jardines de Saint Cloud, el monstruo popular, el sapo miserable, el noble que se hizo ihorabre por amor a la humanidad, besando, rodilla en tierra la conmovida mano qué acaba de darle su traición escrita; asi iíarnave, enamorado de Antonietá, doblesfáñdose ya, aS regreso de Vairennes, en aQuel coche donde tienen calor, en verano, amontonados con los hijos del ama de Jlayes, porque la ve pasarse el pañuelo por el blanco cuello, por el nacimiento de su cabelló, como una nmier cualquiera, sin ser para él una n ujer. Ja reina de Francia... ¿Será posible que se acuerde alguien de esa antigualla, de esas historias; que subsista todo eso aún en la imaginación de un pueblo inteligente que sabe leer y escribir, del pueblo francés de estos días, del suyo, al cual prometió librarle de la servidumbre del pasado y de la guerra del porvenir? Pedro no lo cree; Brogniard lo asgura; éste es un maestro; él no sabe nada; sólo sabe lo que otros maestros escribieron en sus libros. Es i reciso que alguien olvide las ofensas recibidas y las que infirió; eso es todo lo que se puede exigir a los obreros franceses. El pueblo ha olvidado; Pedro lo garantiza. No hay más que ver su buen corazón. Ha hecho la guerra sin rencores. De regreso en el ministerio, se abstrae en la preparación del viaje aéreo cuyo aplazamiento fué impuesto por la muerte del señor de ElbíTuf. No quiere desdecirse, y proseguirá con su idea de asentar la paz sobre las nubes. Escribe a Montjoy solicitando seis meses más para formular un plan general, pretextando que le faltan datos. Espera el resultado de experimentos nuevos dispuestos por él, y también el resultado de las elecciones, en las cuales se ocupa. Sigue concurriendo al ministerio del Interior. Necesita un plazo de cuatro años renovable, para lograr el triunfo de la idea necesaria. iLa señora áe Lámbese, ocupada en los trabajos de la testamentaría, tütora de su hijo, no puede salir de Francia hasta den- tro de varios meses. Sólo será un ministro socialista más que se habrá pasado desde la- izüjuierda a la derecha, como otros muchos. Convertido en apoyo de la reacción desde su tercer ministerio, está perdido para el pueblo, que alimentó al ingrato como a tantos otros jue le abandonaron sucesivamente. Aquella boda, de la cual la única qué no sabe nada es la señora de Lámbese, va a normalizar su situación Una situación que la enamorada anticuaría se representa mentalmente, sustituyendo con su persona, sus deseos y sus sentidos los de la rival imaginaria, a la cual desconoce en absoluto, pero, con la perspicacia inigualable del odió, ha comprendido que una de las condiciones del amor de Pedro es el desinterés. Quiere darlo todo y no recibir nada, y si no habla nunca de lo que más le ocupa, es porque confía en commrtir con ella esa grandeza de un género ignorado, cuyo presentimiento le oprime y le obliga a velar por las noches. Una nota deslizada con habilidad en los periódicos, en el tono de una sencilla noticia en tres líneas alude al viaje del minísnistro antes de que éste lo efectúe. Va a Escocia, a casarse con la heredera del duque de ElboeJif, administrador der Canal de Suez. Una noticia desmentida vale por noticias repetidas en el limitado intelecto de algunos lectores. Si espera Pedro un año más para ir a Beaumanoir, es para tener tiempo de ofrecer como pasto a la opinión pública su prc) j; ecto de ley, que consiste en federaJizar el cielo para poder ¡al fin! pacificar la tierra. Toma a la humanidad desde lo alto, pero, ¿se dejará coger ella? iFara tal cosa cuenta con el trueno de la opinión. CAPITULO XXX EL HiOMBRE NEGRO La señora de Lámbese ha advertido en su hijo, en estado de pureza, el mismo sentimiento que le impedía a ella nombrar a Pedro delante de su abuelo. Sólo dos veces, le ha visto el niño, y ya se ha manifestado su antipatía. Después del rezo de la noche, realizado a dos voces, con arreglo a la En la trastienda de Eudoxia, creen que costumbre infantil que han conservado, la señora de Lámbese se ha enriquecido Francisco Víctor, interpeló a su madre en considerablemente y circula el rumor de el idioma que emplean para hablarse entre que Pedro se decidirá a casarse con ella s í por su dinero pues ya no la quiere. Esto, -And tií ho was this black man, pleaseF por lo menos es Jo que dice la intérprete de ¿Haces d favor de decimie quién era los posos de café. En tales circunstancias aquel hombre nagro? babrá terminado su carrera política, o, cuanAl formular esta pregunta, se puso colodo menos, variará de dirección. Ya. no será rado, como si le iluminaran el rostro los el hombre nuevo el de la misión universal. reflejos de una llama interior.

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