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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-07-1935 página 115
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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-07-1935 página 115

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página115
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rracio! J fabricar o coldcar objetos de formas pretenciosas. ¿Qué le vamos a pedir al. barro? Nunca caeríamos, haciendo Jas cosas así, en un ridiculo decorativo, que si bre todo en los jardines de tipo versallesco es bastante frecuente observar, l ovquc los magníficos jarrones, pomposos y teatrales, áe formas dignas del mármül, muestran, al perder su blanca pintura, las pebres y desilusionantes manchas gTises dv) plomo fundido o del cinc, y la impresión es desoladora. Y, naturahiiente, tampoco ca 1 e el repetir este detalle del cacharro de barro, y colocar varios próximos, de manera que parezca se les reparte un papel decorativo inás importante dül que se les dt- be dar. Es un detalle de uno sólo, y basta. En la fotoífrafía reproducida en segundo lugar encontramos otra pieza sencilla, de cerámica, que adorna g raciosaniente e borde de un estanque bajo. El tem; i de los tiestos colocados alrededor del agna, circular o ipolisíonalniente, escosa conocida, y conocido su éxito... Pero es distinto y nuevo este detalle del único cacharro que, colocado con maestría, es suficiente y bastante para lograr un aspecto interesante. Podría ser que los demás no vieran, en esa foto segunda a que nos venimos refiriendo, un solTcrano acierto de armonía que nosotros hemos creído encontrar instantáneamente... Obsérvese la relación agradable que se establece entre la forma de los trazos como de varillas de abanico, de las plantas acuáticas, que decoran el borde del estanque, y la forma tronco- cónica inA ertída (en el mismo sentido que las plantas) del cacharro que sirve de tiesto a una especie de árbol enano. Precisamente el aspecto de esta planta con sus menudas hojitas y su aparente silueta de gran árbol, le prestan a este sencillo conjunto un particular acierto. Parece que es un tiesto adornado a la manera típica de los japoneses y esas plantas acuáticas de trazo tan estilizado y decorativo- -tan orientales- -forman con la maceta un expresivo y bien acordado conjunto. Y en la foto tercera podemos hallar sobre otra aplicación distinta del tema que tratamos, varios aciertos destacables. Un acierto es la fácil níc- inera de encajar el macizo pequeño de tierra entre el despiezado arbitrario del pavimento pintoresco. Y otro acierto es la elección dtd cacharro, bella y elegante botella, sencilla hasta más no poder... Y otro acierto patente es el de reilacionar el sentido vertical de la plantas que emergen del pequeño macizo con la botella de barro de acentuada expresión vertical. Y en la foto cuarta encontramos una especie de tinaja con relieves que, colocada sobre una piedra a ras del césped y aislada de los otros temas de adorno del jardín, toma un carácter importante. Bien claro se ve- -a nuestro parecer- -en todos estos grabados el sentido de lo que queríamos exaJtar: la actualidad de este sencillo detalle de decory ción para él jardín, el acierto en la selección de las formas puras, adecuadas a la hujniklad de las materias, y la habilidad en disponer pequeños rincones con cierta armonía, que suplen con su acorde la exigiiedad de los elementos empleados.

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