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BLANCO Y NEGRO MADRID 07-07-1935 página 159
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BLANCO Y NEGRO MADRID 07-07-1935 página 159

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Cambios radicales en la política internacional francesa Por FIERRE JEANNERET H ASTA el advenimiento del partido tica del Anschluss, del canciller alemán, nasi en Alemania y la victoria que os que en las altas esferas romanas conentregaba definitivamente el poder servaron su autoridad ante el Duce (cona Hitler, tuvo Francia, en materia de po- tadísimos personajes de la Corte y algunos Htica internacional, una actitud muy detcr- oficiales generales del ejército regular) dim i n a d a a d a p t a r el tratado de Versalles a járonle poco m á s ó r n e n o s estas p a l a b r a s las circunstancias; procurar que triunfara Habéis realizado primero una política n e t a la idea de la Sociedad de N a c i o n e s dar a m e n t e francófoba. Seguidamente d e m o s t r a s E u r o p a una legalidad basada en las liber- teis mucha simpatía hacia los nazis. Con tades democráticas que tenían su campo en esta simpatía formentasteis su advenimienpaíscs que, hasta el momento de la guerra, to, que luego fué desfavorable, puesto que xio conocieron m á s que gobiernos autoritarios, agrava el problema austríaco. La revolución fascista en Italia dificulResultado: nos habéis aislado por u n a y t a b a en extremo esta labor. E n efecto, los otra parte. ¿Qué vais a hacer a h o r a? fascistas, al establecer en Roma un nuevo i, a respuesta fué el encuentro de Hitler gobierno de usurpación, contrarrestaban la y Mussolini. Hitler prometió que acabaría política francesa. P a r a m a n t e n e r s e y pro- l terrorismo en Austria, y quince días m á s gresar, la dictadura mussolmiana tenía que tarde era asesinado en Viena Dollfus. H e r i alerse de c o u p s d opera L a frase es de mosa victoria p a r a el Duce, que moviliza Napoleón L tropas a las fronteras del Tirol, por pura Y esos actos espectaculares tenían por o b- cstentación, puesto que en aquellos moj e t o despertar la secular francofobia do los mentos no existía ningún peligro de g u e r r a italianos. Denunciábase en Roma la políti- Alemania estaba entonces demasiado ais! acá de París, como peligrosísima para Ita- da, hasta de Polonia misma, y era demasial í a se pedían colonias, T ú n e z algunos. Cor- do impotente p a r a sostener una guerra ella cega, y no faltó quien n o m b r a r a también a sola. No le quedaba, pues, a Mussolini, m á s N i z a censurábase, sobre todo, la amistad que una solución, si quería sacar a l i a b a francoyugoeslava, reclamando la paridad na- de su aislamiento: renunciar a sus agresio val, pues pretendían que p a r a defender una nes oratorias contra Francia, y buscar ia costa en el mediterráneo, otra en el A d r i á- amistad de é- sta. L a obtuvo por medio de tico y algunas colonias extraordinariamente concesiones en África, aceptando Uquidar cercanas a la metrópoli, era necesario dis- el t r a t a d o de Londres, tomando posesión de p o n e r de una flota t a n importante como los territorios coloniales ingratos que hala francesa, que defiende u n a costa medí- bían rechazado a Briand. F u é este el m o terránea, otra en el Atlántico, el canal d t tivo del primer viaje de La val a Roma. Y la Mancha, y, sobre todo, u n imperio co- a p a r t i r de este viaje, nada se dijo, y la colonial m u j lejano. Esta continua agita- política internacional de Francia cambió ción de ios fascistas, que en el interior del radicalmente. E n efecto, el viaje de Laval país debía dar la sensación de una política a Roma fué el primer paso del gobierno de internacional estupenda, estorbaba e n o r m e- la república hacia un gobierno de dictadura, rnente a Francia en las conferencias ínter- Siendo favorable el momento para un acernacionales, p e r o especialmente en Ginebra, camiento entre Roma y P a r í s el Sr. Laval, Confiábase, sin embargo, en el Quai d Or- que quería calmar a una p a r t e de) a opisay, en lograr acuerdos internacionales que lúón francesa, intranquila con el rcaruie de asegurasen la paz de Europa, antes de que el Alemania, aprovechó la oportunidad, l ero nacionalismo estrecho, que t o m a b a cuerpo al aprovecharla cambió el eje alrededor del allende los Alpes, se propagase a otros sí- cual g i r a b a la política del Quai d Orsay. tíos y a Alemania, particularmente. P o r des- E s a política, que en la época, misma en que gracia no sucedió así, puesto que el Reich era franco- alemana era sobre todo francoestaba también llamado a conocer la dic- inglesa, en cuanto defendía en Ginebra los tadura y a provocar a su vez esas compli- intereses de las- dos. grandes democracias- cacicnes internacionales que resultan siem- occidentales, hase convertido hoy en polípre de las actuaciones de un gobierno nd tica de agradecimiento, de hecho y derecho, intervenido por la opinión pública libre. por p a r t e del gobierno de usurpación. E n L a primera consecuencia en el t e r r e n o foca en estos momentos una entente e a r o internacional de la victoria nazi, fué el pea basada- en la aceptación de formas p o cambio de la política italiana. D e francofo- líticas las m á s diversas. H e n o s aquí, p o r bos que eran, se convirtieron los fascistas consiguiente, muy lejos de ia. Europa de deen francófilos, i P o r qué? Sencillamente, recho, que aceptando la idea de nacionalisporque se sentían amenazados por la poli- t a s libres, quería crear Clemenceau en. i9i8i (Termina al final de la página siguiente.

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