BLANCO Y NEGRO MADRID 23-06-1935 página 185

DESPUÉS DE G I N EBRA Por SIR ANTHONY EDÉN, lord del Sello Privado G USTAMOS ahora de comparar la políti- ción cualquiera: aunque esto fuera posible, ca de la Gran Bretaña con aquella el mero pensamiento iría contra el espíritu otra que rigió los destinos de nuestro de Ginebra. El ideal, una vez logrado y puespaís allá por 1914 y durante los años que pre- -to a punto el sistema, será una alianza g e cedieron a la guerra. Esta comparación ca- neral que garantice la seguridad de todos, rece, sin embargo, de fundamento, puesto contribuyendo cada uno con sus medios. L a que existen actualmente dos elementos es- Gran Bretaña tiene aquí un papel importantabilizadores que no conocíamos entonces. Se te que representar: no trate de disimularlo. creó la Sociedad de Naciones y se ÍÍT- E n Europa occidental, donde estamos íntimaron los tratados de Locarno. mamente ligados, a los acontecimientos, no Los acuerdos de Locarno constituyen el pac podrá frasfuarse ningún sistema de seguridad t o constructivo más importante entre los eje- colectiva si no contribuímos a él sin resercutados por los hombres de E s t a d o europeos va, si no estamos dispuestos a suministrar desde la fundación de la Liga. Todos contingentes para tal fin. Nuestro país está ios Estados firmantes obtienen de el grandes clasificado entre los más ricos y potentes de ventajas y la seguridad q u e d e ellos se de- E u r o p a y por este mero hecho no podemos riva favorece a todos los contratantes, cuales- sustraernos a obligación tan capital. quiera que sean sus posiciones, no siendo Hablase mucho de compromisos nuevos preferidos los alemanes s o t r e los belgas, ni- -que se temen- -y estos temores los consiéstos sobre los italianos o los franceses. L a mu- dero superfluos. Lo que importa no son lastualidad es el elemento fundamenta! de Lo- obligaciones nuevas que podrían contraerse, carno. sino el cumplimiento de las que están ya acepTeniendo en cuenta las condiciones actua- tadas. N a d a tan. peligroso como una cosa les del mundo, ¿cuál es la política interna- hecha a disgusto. Acordémonos de que, en cional que debe seguir la Gran Bretaiía? En último término, la autoridad de un si. stema este país el aislamiento tuvo siempre parti- colectivo debe proceder del sobrante de podarios que en apoyo de su causa colocan en tencia que de él emane y pueda poner en jueantítesis a Europa y a! Imperio Británico. go contra un posible agresor. La eficacia de) Pretenden que nuestra política no debe ser remedio está en razón directa con la energía. europea, sino mundial, y volversíí hacia nues- de los que están dispuestos a aplicarla. tras posesiones en un universo que se transLos vocablos francófilo, germanófilo, pareforma y evoluciona constantemente. La tal cen imprescindibles en las discusiones actuaantítesis es una aberración, puesto que nues- les y esto es lo triste. Estos inconvenientes tra política debe estar siempre de acuerdo son contrarios al espíritu moderno y no decon el espíritu de Ginebra, al qae prestamos bían de existir. Nuestra política, como miemnuestra adhesión, asociándonos como miem. bros de la Sociedad de Naciones, no nuebroa de la Liga de Naciones. de ir dirigida contra ningún país ni indiviNuestros dominios forman también parte duo en particular, sino únicamente contra de la Liga. él o los países susceptibles de entrar en conIndudablemente, en todo el siglo no ha habi- flicto con Ginebra. Querer pretender que el do un hombre político inglés má; imperialista país es francófilo o germanófilo, es inducir a en ideas que José Chamberlain y, sin em- un error a Ja opinión pública extranjera sobre bargo, este hombre sabio fué uno de los pri- la actitud verdadera de la Gran Bretaña. meros estadistas ingleses que se dio cuenta de No somos hostiles a ningún pueblo, no la imposibilidad e inconvenientes de, la polí- considerándonos, por lo tanto, odiados por tica de aislamiento para el país. nadie. Los rencores tenaces no son condiLo que era una verdad indiscutible en ción del pueblo ingiés, que nrefiere olvidar 1914 1o sigue siendo ahora con muchísimos y perdonar, por incomprensible que esto pamás motivos. Si la soledad no es una garan- rezca a nuestros antiguos compañeros de artía, tampoco lo será un sistema de alianzas mas. aisladas y particulares. N o tenemos por qué tomar ningún parti ¿Qué soluciones quedan, pues? Una s o l a do contra nación alguna, salvo contra aqueun sistema de pacto colectivo, y la única for- lla que deliberadamente trate de destruir la ma práctica de ese sistema, existente ya en paz, y estaremos siempre dispuestos a unirnuestros días, es la Sociedad de Naciones. nos al sistema de defensa colectiva contra La opinión pública de nuestro país está, un gobierno cuva política sea contraria al por lo general, de acuerdo sobre una política espíritu de confianza y de paz general que de seguridad colectiva, sin precisar exacta- tratamos de hacer prevalecer. mente el sentido de estas palabras. No obsEl instrumento está dispuesto a funcionar: tante, esto no significa que los demás deban Ginebra, por mediación de quien todas las dientenderse colectivamente para garantizar ferencias internacionales pueden borrarse. -nuestra seguridad, ni siquiera que deba cons- Anthony Edén. tituirse una alianza colectiva contra, una na (Copyright Agence Litteraire Internationaíe.