BLANCO Y NEGRO MADRID 23-06-1935 página 175

iinenes pequeña su facultad de comprensión; en Cambio es enorme su falta de memoria, Teniendo en cuenta, estos antecedentes, toda I ropaganda eficaz debe concretarse sólo a muy pocos puntos y a saberlos explicar co tHO apotegmas, hasta que el. último hijo de! ipuéWo pueda formarse una idea de aquello que se persigue... L a finalidad ele la propa) ganda no consiste, e n compulsar los derechos je los demás, sino en subrayar con exclusiv i d a d el propio. E r r o r capital fué el de dis Cutir la cueiLión de culpabilidad de la guerra considerando que no sólo Alemania era íla responsable del estallido de la catástrofe. Mejor se habría obrado imputando totalmen te la culpa al enemigo, a ú n en el caso de- que Alemania hubiese sido verdaderamente culpable, lo cual, en realidad, no era cierto. ¿Dónde queda en semejante propaganda la objetividad? Pues se prescinde d e e l l a pereque la gran mayoría del pueblo es, por n a ituraíeza y criterio, de índole tím femenina, que su modo de pensar y obrar se subordina ífflás a la sensibilidad anímica que a la reflexión. E s a sensibilidad no es complicada; por é. contrario, e s muy simple y rotunda. P a r a ella no existen mwchas diferenciaciones, sin o un extremo positivo y otro negativo: amor n odio, justicia o injusticia, verclad o mentira, pero- jamás estados intermiedios P o r consiguiente, jamás puede lograrse la nacionalización de las masas por la acción de procedimientos templados o por ia simple obser- LOS TSENTIMIEHTOS AMISTOSOS DE LOS SOVIETS PARA vancia de un llamado punto de vista objetiVo SON LA G R A N B R E T A S A (D E O I E B R E N U E S S E L M U N I C H) esa nacionalización sólo es posible por obra de un criterio intolerante y fanáticamente parcial en cuanto a la finalidad! perseguida. que constituye la condición previa de la exisL a gran masa de un pueblo no está consti- tencia de una sociedad humana superior El Reich alemán- -añade el Führer- co- tuida por profesores ni diplomáticos. Quien se proponga ganar a las masas, debe conocer rao Estado, tiene que abarcar a todos los alela llave que le abre la puerta de su corazón. manes e impoiierse la misión, no sólo de coE s a llave no se llama objetividad, lesto es, hesionar y de conservar las reservas m a s preciadas de os elementos raciales origihadebilidad, sino voluntad y fuerza. rios de este pueblo, sino también la de conducirlos, lenta y firmemente, a una posicióti predominante... E l Estado racista debe parL a p u r e z a d e la TSLVJÍ, tir del punto de vista de que un hombre, sí bien de instrucción modesta, pero de cuerpo Los nacional- socialistas, contrariamente de sano y de carárter firme, rebosante de voluntad los fascitas, no adoran el Estado, sino la ra- y de espíritu d e acción, vale más para la coza, porque el primero no es para ellos sino munidad del pueblo que un super- intelectutl el recipiente del contenido, que e; s la raza. E l enclenque. Estado no tiene razón de ser sirio en e l caso Y para terminar, no podría encontrar mejor de que es capaz ¿i abarcar y proteger el conclusión que las frases en que Hitler caeontemdo racteriza sus propias capacidades, su propio N o basta ser ciudadano de Un Estado, ni genio. La más bella concepcióri teórica- -eissiquiera hablar a la perfección su idioma pa- cribe- -quedará sin objetivo ni valor práctira pertenecer a la comunidad nacional. La co alguno si falta el Führer, el caudillo, que nacionalidad, o, mejor dicho, la raza, no es- mueva las masas en aquel sentido. E invertriba en el idioma, sino en la sangre. P o r sámente, ¿de qué serviría la genialidad del esta razón, los hitleristás no aspirarán nunca Führer y todo su empuje, si el teorizante ina germanizar a otros pueblos. Se podría ha- genioso no precisase de antemano los fines d e blar de germanización sólo en el caso de que, lá iucha humana? Pero lo más raro, en este mediante tal proceso, se lograse cambiar la planeta, es hallar encarnados en una mismo sangre de los sometidos, lo cual constituiría, persona al teorizante, al organizador y al Füh. no obstante, un descenso del nivel de la ra- rer. Esta conjunción es la que revela al ho. m zz superior, E s la raza, y no el Estado, ohre grande. Hitler á yi i... -Andrés Révp- sx.