BLANCO Y NEGRO MADRID 05-05-1935 página 102
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página102
- Fecha de publicación05/05/1935
- ID0005177679
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se tiende en la obscuridad, busca el despertador colocado sobre la mesilla, lo atrapa, e inmediatamente, con práctica admirable, lo estrella- contra el suelo. Después, mister Bruce exhala un largo suspiro y duerme tres horas más, satisteoho de haberse podido vengar de su pasado. De esta forma na consumido un millón seiscientos cuarenta y cinco relojes despertadores. De ellos, los seiscientos cuarenta y cinco relojes últimos han llevado en la esfera el nombre de mister George Bruce. ¿Que por qué? Pues sencillamente porque mister Bruce, cuando había estrellado un millón justo de relojes despertadores, reflexionó que si bien él podía, gracias a su fortuna, darse esa satisfacción diaria, en cambio era ridículo beneficiar demasiado al fabricante, i Cómo restarle, pues, ese betleficio: Sólo un procedimiento había: que mister Bruce se fabricase a sí mismo los relojes. W %i im 1