BLANCO Y NEGRO MADRID 05-05-1935 página 61

Calle de Menffiz bal e iglesia de la Vlrj; en. de Belén, en Almansa. hombros la sagrada imagen en el largo, traY al evocar aquellos días gratísimos, veyecto que separa- la población de la ermita mos perfilarse las figuras de nuestros amigoa donde se venera la Santa Imagen. inolvidables, cada una con su rasgo característico. La franca sencillez de don José Aparicio, ALMANSA que tanto goza viviendo en Albacete y rigiendo su provincia; la vocación política, Rápida, casi fugaz, fué nuestra visita a casi sacerdotal, de don José María Blanc, esta ciudad que solo conserva de sus re- que tanto se desvela por los intereses que cuerdos históricos su derribado castillo, representa en el Parlamento; el espíritu dialguna procer casa solariega y un monu- námico del Sr. Máiquez, que ama a su promento conmemorativo de la batalla de Al- vincia infinitamente más que a su alto carmansa. go de vocal en el Tribunal de garantías, y Lo demás, todo es moderno: una gran a su profesión médica. Arturo Toral, que fábrica de muebles, fuente de trabajo y es- desde su sillón de director de la Sucursal cuela de artistas, otras de calzado que au- del Banco Español de Crédito, lleva el pulmentan la población obrera y dan carácter so de las palpitaciones mercantiles de la a su comercio. Callíis bien pavimentadas, provincia; Pepe González, que con su aire buenos edificios, un simpático alcalde, de infantil pone de relieve la bondad de su fino espíritu industrial y un cin moderno, corazón; Rufino González, denodado defenamplio y elegante, donde los jueves y do- sor de ía Escuela de Comercio para Albamingos encuentra la población honesto es- cete Latiirentino Rosillov- afable, cortés, iparcimiento. acogedor; Ensebio Pérez Pastor, que en Hellín sabe rendir al viajero los máximos hotiores; Lino Ramírez, Federico G i m Figuráis y perfiles. nez y Miguel Servet, que supieron ¡hacemos grata nuestra estancia en La Roda, y tanA l pasar por estáis ciudades y vivir en tos que ellas, siempre nos llevamos engarzados en tro otros por nos hicieron inolvídabíe nuespaso estas tierras manchegas, simnuestro recuerdo y gn nuestra gratitud, lu- páticas y hospitalarias, en las que sólo hay gares y persoiws, gestos y deferencias que bondad y sencillez. son como eslabones de una cadena forjada de afectos que perduran acompañándonos El Barón de JfImajar. ipet ietuamente a través del tiempo.