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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-04-1935 página 176
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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-04-1935 página 176

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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P E R D I D O S EN V E N U S 82- r- Cada vez que sepa que subís en ese el éxito iba a acompañarme: era científicaaparato, me moriré de angustia. mente cierto oue tenía que volar. -Ya veréis qué pronto os familiarizáis Aqudla tarde, terminado mi trabajo, quise permitirme un poco de expansión, y por con él. Como que algún, día subiréis conmedio de un telégrafo transmisorio, origi- migo, ¿Yo? ¡Jamás! -exclamó rotundanal medio de comunicación que era una maravilla más de las muchas existentes en Ha- mente. -Podríamos ir volando... hasta Andoo... vatoo, llamé a Nalte. invitándola a cenar, lo que aceptó con tal regocijo y alearía, -dije con intención- precisamente, mienque, aun sin proponérselo, consiguió emo- tras construía el aparato, he pensado mucho en ese, viaje. cionarmeDio un salto en el asiento. -Me parece mentira volveros a ver- -me- ¿Que podríamos ir Andoo? ¡Oh, dijo- hace un siglo que no pasábamos un rato juntos. Creo que desde la fiesta de la Carson! Mi patria, mi hogar... ¡Si eso 1? Tenía motivos para creer fuera posible! guerra... -1 Pues claro que lo es! Desde luego, que me habíais olvidado. -iTodo lo contrario- le aseguré- pero es necesario que podamos dar con sua situapuede tranísportarnos cuales que he trabajado sin descanso en la cons- ción. El avión Llevando víveres suficientes, quier parte. trucción de mi aeroplano. podemos permanecer en el aire- cincuenta- -Ya he oído hablar de ello; pero nadie años, y me figuro que no tardaré tanto en parece entenderlo. ¿Qué es y para qué encontrar a Andoo. sirve? No creáis, aquí en Havatoo estoy con- Es un mecanismo que vuela a mayor velocidad de la que alcanzan los pájaros tenta, pero... -murmuróla dulcemente- como es natural, s ento nostalgia de mi- j Pero qué puede hacerse con eso? patria y de mi padre. Me encantaría verJes, -preguntó, curiosa. pero para regresar de nuevo a Havatoo; es- -Pues transportar viajeros de una parte decir, si... a otra en breve tiempo y con todo género- -iSi... ¿qué? -pregunté, intrigado ante de seguridades. tanta vacilación. -No iréis a decir que la gente pueda- -Si vos regresáis también. darse en él un paseo. La cogí una mano, oprimiéndosela cari- -Naturalmente que sí. Pues si no lo he ñosamente. construido para otra cosa! -Hemos sido excelentes amigos, ¿no es- Pero- -insistió- rfCÓmo puede mante- verdad, Nalte? Tampoco a mí me sería ponerse en el aire? ¿Áffita las alas, como los sible acostumbrarme a la idea de no veros pájaros? más. -No: se remonta como un ave gigantes- -Creo fiwnemente- -respondió- iue sois ca, con las alas abierta. s, sí; pero sin que el mejor amigo que tuve en mi vida- -y las agite. me miraba a los ojos, sonriendo con ter- í Y cómo podrá atravesar la espesura nura- Pero... -y se detuvo súbitamente, del b ue? bajando, ruborosa, los ojos al suelo. -Volando por encima de los árboles. ¿Qué? -interrogué con creciente cu- ¿Tan alto? Oh, qué miedo! ¡Eso es muy peligroso! -gritó, asustada- ¡No su- riosidad. -Voy a confesároslo. Durante mucho báis, Carson; os lo ruego! tiempo, he creído que os amaba. -íTranquilizáos, Nalte- -le dije- es- -Hubiera sido un gran honor para mí, muy seguro, mil veces más seguro que atra- Nalte. vesar los bosques a pie, a merced de los- Lo he callado, porque sabía que amasalvajes y de las fieras. Ni a unos ni a bais a Duare. Pero, desde hace poco, ha otros hay que temerles desde un aeroplano. venido a verme Ero Silian con bastante- -No sé si es peor eso que el pánico de frecuencia, y ahora he comprendido lo que verse a esas alturas- -dijo la muchacha, es- es amor. tremeciéndose. ¿Que amáis a Ero Shan? -Y volaré a mucha mayor altura que la- -Sí, del bosque; pasaré por encima de las más- Lo celebro infinito: es un muchacho altas montañas. excelente, y creo que seréis muy felices Pero los árboles altísimos de Amtor, -repuse, esos si que no los podréis sobrepasar. -Yo también lo creo así; pero hay una Referíase Nalte a los árboles gigantescos dificultad! que se elevaban a cinco mil pies sobre la- ¿Y es... superficie del. planeta, bebiendo la niebla -Que Ero Shan no me quiere. que envolvía a éste. ¿Cómo puede ser eso? ¿Quién podría -i Ya lo crecí Y todavía más- -asegu- no amaros, Nalte? ¡Oh, si yo no hubiera ré- aunque reconozco que volar a ciegas conocido a Duare... entre esa sólida masa de nubes no es de- Si me quisiera, rae lo diría. A veces se masiado atrayente, que digamos. me ocurre que tiene una idea equivocada Movió, incrédula, -la cabeza, diciendo: de nuestra amistad, y cree que soy algo

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