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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-04-1935 página 161
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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-04-1935 página 161

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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EDGAR RICE BUHRO. UGiíi: S 7 g das, y supuse, por las insignias que os- ja, con a. sientos transversales. La severidad de su línea y la carencia de todo adorno hatentaba que era un oficial. Buen susto habéis pasado! -dijo en cían suponer que se trataba de un coche militar. tono de broma. Mientras nos acomodábamos en los asien- -Terrible- -confirn) é- Tenemos que daros las p- acias por lo oportuno de vuestra tos con Ero SJuin, sus homibres se colocaintervención; os debemos más que la vida ron en sus lugares respectivos. Ero Shan- concluí, estrechando su mano efusiva- dio una orden y el vehículo se puso en movimiento. El conductor estaba demasiado mente- -Celebro infinito haber nielado a iempo. distante para que fuera posible apreciar el tóe hallaba en la muralla que ia al río. funcionamiento de la dirección de aquel cocuando pasasteis naveg ando y presencié che, que se deslizaba con asombrosa suavivuestro- encuentro con los hómibres de Yjpx- dad por un camino desigual y pedregoso. Después de recorridos algunos kilómexhuíí; me interesó vivamente vuestro arrojo y valor, y comprendiendo que i. norábais el tros y mientras rebasábamos un altozano, peliprro que corríais naveng- ando hacia las apareció ante nuestros ojos, blanca y ra itarafas, reuní a mis hombres con el pro- diante, la bella ciudad de Havatoo. Por la altura en que estábamos y que nos permitía pósito de preveniros. Es un interés poco frecuente en un dominarla, pude ver que había sido conshombre de Amtor para con los extranjeros truida en forma de semicírculo totalmente -dije. Por lo mismo, aun sin comprenderlo, amurallado. E e la parte extrema de la ciudad, el río os lo a. sfradezco en lo que vale. torcía a la derecha; la carretera que seguía- Sonrió. Viaestra fuerza y presencia de ánimo mos, trazada en línea recta, nos. condujo han llegado a asombrarme. He adivinado en hasta una puerta, situada a varias millas del vos condiciones admirables, y nosotros los río. Dicha puerta, de proporciones magníde Havatoo buscamos siempre cualidades ficas, acusaba una arquitectura maravillo ue puedan mejorar nuestra raza. Pero per- sa, demostración a la vez de un alto concepmitidme que me presente: yo soy Ero Sahn. to de cultura y civilización. La m, uralla, Esta dama es Nalte, de Andoo- (pre- toda dé piedra rocosa y bianquísima, estaba senté a mi vez- y yo me llamo Carson primorosamente tral ajada a cincel, reproduciendo escena. s que supuse ser evocacioNap er, natural de California. -IIc oído hablar de Andoo- -dijo- nes de los orígenes de la ciudad y de la raza vuestra raza tiene lama de sana y de fuer- fundadora. Ctínstituia este trabajo una primorosa late. Pero del otro paí, s que liabéis nombrado no sé nada... Jamás vi un hombre ie ojos bor del mejor gusto, tanto en su concepción azules y cabellos de oro. Todos Jos natura- como en su ejecución magistral, pues la murall era tan larga, que se perdía de visles de Cíil... ta- Cuándo supe que su longitud alcanzaba- -fCalifornia- repetí. y aun sobrepasaba las trece millas, y que- Eso, de California, son como vos? i Oh, no! En mi país hay toda clase de en toda su extensión ostentaba idéntico tipos y colores, tanto de la piel como de los complicado trabajo, abrumábame el pensar en la magnitud de la empresa y en el tiempo ojos y el caibello. -r- Entonces, ¿cómo podcis depurar, de- que debieron emplear para ejecutarla, pues no sé si he consignado que la decoración se terminar más bien, el tipo puro? No nos preocupamos de eso- respondi. repi- odücia én ambos lienzos, interior y ex- Es muy extraño- lijo, como hablando terior, de la muralla, y que ésta tenía una consigo mismo- es inmoral, realmente in- altura como de veinte piesmoral. En fin, sea vuestro sistema el que Cuando, una vez en la puerta, sus centiquiera, parece haber producido un tipo bas- nelas nos detuvieron, pude leer en la parte tante depurado; ahora, si tenéis la bondad superior del portón, y rodeando un escudo de acompañarme, emprenderemos el regre- blasonado, estas palabras, escritas en el lenso a Hiavatoo. guaje universal del planeta: í Puedo preguntar si nos lleváis en ca T I A G K U M VOd KLAMBAD lidad de invitados o de prisioneros? Sonrió ligeramente. (Puerta de los Psicólogos. ¿Puede influir mi respuesta para que dejéis de acompañarme? Una vez franqueada la puerta en cues- Nada de eso- -me apresuré a contes- tión, atravesamos una ancha avenida que tar- es pura curiosidad. I iba directamente al centró de la fachada- -Seamos amigos- -dijo- en Havatoo ¡que daba al río por su parte exterior. La, encontraréis justicia. Si merecéis permane- calle aparecía rebosante de vehículos, que cer como invitados, se os tratará como a iban y venían en un tráfico inten- sísimo. Cotales. En el caso contrario... se encogió ches de varios tamaños y formas circulade hombros. ban con distintas velocidades. En la calzaEn la cumbre de la colina nos esperaba da no se veía un solo peatón y sólo se perun coche descui ierto, de forma larga y ba- mitía circular por dik a los vehículos. Unos

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