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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-04-1935 página 74
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BLANCO Y NEGRO MADRID 21-04-1935 página 74

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página74
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Ya ve que no. En toda la noche pegué un ojo. ¿Y usted? -Creía que las tenía. Siempre dormí en la ñspera de las resoluciones trascendentales. Esta noche no conseguí el sueño tampoco. -Acaso esta cuestión es más trascendental. -O en los expresos no se especifican debidamente las vísperas. La jomada empieza en ellos cuando se toman, y termina cuando se dejan, -No diré que n o pero, entonces, seguimos en el mismo día. Lo que quiere decir que será mañana cuando se resuelva. -Mañana, ¿en dónde? -iíNo lo sabe usted? En Madrid. ¿Tío estará siquiera veinticuatro horas en Madrid? -rSi no me detiene algo categórico, no. ¿Hasta ese punto? -Hasta ese. Con ocasión de un negocio mitiero estuve una vez en Macedonia. Había de salir al día siguiente para el lugar donde las minas estaban. LTn francés y yo nos disputábamos la adquisición. El propietario trataba con los dos al mismo tiempo y procuraba con habilidad que cada uno de nosotroí. forzase el precio ofrecido por el otro. Cuando advertí el juego me dirigí al francés para decirle: Nuestro antagonismo sólo aprovecha al vendedor. ¿Es fundamental en la vida de usted este negocio? Me contestó tfue fundamentalísimo. Cambié entonces los términos del problema poniendo: Luchemos en vez de con pujas con elementos neutrales que sólo repercutan en nosotros. ¿Juega usted? Juguemos. El que gane seguirá adelante. ¿Bebe usted? Bebamos. Del que má 5 resista será el asunto. Sonrió a mi proposición. Y la transformó preguntand ¿Duerme usted Y contesté: Perfectamente. Pues que realice el negocio quien mejor duerma de los dos. ¿Quién mejor? -Quien mejor duerma- -dijo él. ¿Y usted durmió? -Como un bendito. -Y logró la adquisición, naturalmente. -Por mi sueño, y no por el sueño. El francés, aquella misma noche, mientras yo dormía, con deslealtad y artes de engaño se puso en camino. Y aquella misma nocíu- lo secuestraron. Lo que me permitió dormir y comprar. ¿No es un argumento para que se quede en Madrid hasta mañana? Dormiría usted perfectísimaníente y ¡quién sabe s i Es que Madrid representaría, en este caso, mi deslealtad con mi deber, y quién sabe si sería yo el secuestrado. -En Madrid no hay bandidos. -Hay recuerdos. Hay sugestiones. H a y atractivos insuperables para mí.

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