BLANCO Y NEGRO MADRID 14-04-1935 página 132

íSteá I N Z VON STOCK. CHBCIPrxi N- habido juien deseque sus r ces. No hay rece veneradón, Pero es ajeno al hombre: palmo del planeta dínufe no aparezca el es inccMnpkto. El árbol es impasiMe. Toda á r b d este único á r b d singtdar que da por la naturaleza natural e s impasible. E ará, único fruto un hombre único. Plantado en quizá, sus frutos para d hombre, pero no tierra el árbol, no ha nacido de la tierra, da fruto humano, iíl á r b d no puede ser sin embarco: en vez de t Mnar savia de la nunca espejo de hombre. No podrá d homtierra h a venido a dar al sudo un jugo de bre al mirarlo verse en él; reamocense, crtra savia de los cielos: de lo (sobrenatural, más aún que conocerse, descubrirse; ir encapaz de hacer, entMices, producir en la contrando en la imagen que venera su intierra una cruz, un tronco en cruz, y, en sospechada semejanza con d Dios de quien él, lo nuevo humano, lo que lleva lo humad hombre ha nacido. A imagen y semeno en lo divino. janza de un poder superior honos nacido; El árbol de la vida natural es pagano en y d hcarfbre no lo aproide basta que no todo instante. Rorece con esplendor; cuaj a en fruto sabroso y... se deshoja... La encuentra al Hombre, como fruto madaro rotacirái de todo lo terreno se cumple en de la Cruz, y se reconoce en la imagen. prende d hombre entonces que su desla vida cicáica d d árbol natural... Crece, florece, da fruto, se deshoja... Bdlo acni- tino no es un drcnlo perenne; que no está pre, no nos basta; magnífico ca todo ins- destinado a rotaciúii como la Naturaleza. tante, prodigio natural siempre admirable, Al verse el hombre en la i m a g e n de la el á r b d vegetal ha eido digno, en los albo- cruz ve que el hombre es algo más, siemres humanos, de veneración sagrada. Cí i pre más, ác ló que existe; que nunca razón. Natura es venerable. Ó árbcd es acaba el hombre de ser hombre deí todo algo sacro. En él hay un misterio que me- y por completo. El d e s t i n o del hom-