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BLANCO Y NEGRO MADRID 07-04-1935 página 125
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BLANCO Y NEGRO MADRID 07-04-1935 página 125

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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Descripción

no interesen los programas, o que circunstanciailmente se desee otro género de música o distracción. A la izquierda Se ha diseñado una estantería para libros y revistas. La idea no tiene relación ninguna con la radio, pero no hay que olvidar que se trata de un mueble confortable y útil para habitación de estar, en la que una pequeña librería nunca está mal y da cierto tono dé actualidad supercivi lizada, aun cuando sea superficiaJ. El diseño que reproducimos está acotado en pulgadas inglesas y no nos tomamos el trabajo de reducir tales dimerísiones a centímetros, puesto que sólo tratamos de dar una idea. Luego, cada cuaMe dará aqueJkS medidas que le vayan bien con sus necesir dades. Pero lo que no nos resistimos a dar a la publicidad es el esquema de principio de un mando a distancia del receptor, porque éste sí que consideramos que puede ser una excelente solución para libramos de anuncios. Casi todos los radio- áficionados pa- decen de este mal, que les perturba, príncipalmente, las digestiones. Hay que levantarse de la mesa veinte veces p a r a q u e no coüoquen los consabidos calcetines o todas las carteleras del día. Esto es molesto y acaba uno por aguantar ó apagar la radio. El problema puede resolverse con na seriie dé pulsadores como los de los timbres al alcance de la mano, o con un conmutador cuya palanca pueda llevarse a una serie de plois. Cada uno de estos pulsadores o pjots corresponde a la sintonía de una emisdra. de las que mejor se reciban y más se prefieran. Al apretar un pulsador determinado o llevar la palanca o manecilla del conmutador a determinado plof enviamos corriente a un motorcito que puede gárar en uno u otro sentido y que Mueve el mand de sintonía del receptor, sobre cuyo mismo eje está montado el selectdi- Este selector consta de dos bandas de cobre semicirculares fijas sobre la periferia de un disco de bakelita o de otro material aislante. Sobre dicihos dos semicírculos de cobre, cuyos extremos no están en contacto, sino separados por un pequeño espacio de matei- ial aislante, se apoyan por una parte dos escobillas diametraSmente opuestas, que se conectan al motor, y además una serie de escobillas, una por plot o pulsador, espaciadas convenientemente, para que. cuando cada una de ellas corresponda a la emisora que se desea sintonizar, la escobilla correspondiente esté apoyada en aquel instante en el espacio aislado entre las dos bandas semicirculares de cobre. De este modo él funcionamiento es como sigue: se aprieta el pulsador o se lleva la manecilla del conmuta k) r sobre el plót tal; en ese momento se envía ál motorcito una corriente en uno u otro sentido, s ún la escobilla correspondiente a aquel pulsador o plot se apoye en aquel momento en el semicírculo de cobre del selector superior o inferior. E 31 motorcito, pues, girará en d sentido conveniente, y con él el rna ndo de sintonía, y el seo del selector; pero en el preciso momento de sintonizar con la emisora a que corresponde el pulsador o plof que hemos utilizado, resulta que da escobilla correspondiente al punto por donde cerrábamos el circuito, pasa sobre la parte aislante que existe entre ambos semicírculos de cobre v, claro es, se interrumpe el circuito, y el motor deja de girar, y con él, el mando de sintonía. Cuando queramos cambiar de emisora, apretamos otro pulsador o llevamos la manecilla del conmutador a otro plot, y sucederá lo mismo. El procedimiento, como se ve, no puede ser ni más sencillo ni más- ingenioso a fuer de sencillo. Y además, es eficaz. Con objeto de que por la inercia de rotación del motor no se pasé dd punto de sintonía preciso, una yt que se ha llegado a él, el motorcito tiene una disposición especial en su eje, de modo que éste tiene n juego de unos milímetros qué se corrige, llevando el eje ail centro del motor y enganchando con él mando de sintonía cuando la corriente circula por el campo inductor del motor; pero en d momento que cesa esta corriente, d eje del motor queáa descentrado y desenganchado del inando de sintonía. Desde luego, esta disposición de mandó a distancia exige corriente continua, lo que no deja de ser u n inconveniente hoy en Ea, que tanto se generaliza, y cada vez más, el empleo de corriente alterna ¡ara receptores, y con razón, pues permite obtener un mayor rendimiento de las lámparas al poder aplicar a las placas de é- stas voltajes mas elevados que los dé la red de corriente industrial. Sin embargo, no hay que olvidar que la corriente, aunque sea alterna en el sector, tenemos qiie rectificarla y volvérila continua dentro de nuestro receptor, l u o siempre será posible disponer de corriente continua para este menester del mando a distancia. Pérez Seoane.

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