BLANCO Y NEGRO MADRID 07-04-1935 página 62

ne cargado de todos los aromas de los jardines. La calle de la Susona brinda ia evocación emocionada de ia bella hembra hermosa- como Rebeca cuya cabeza, colgada en una escarpia, pagó todos los pecados de su cuerpo. La calle de la Pimienta nos habla de la conversión de un especiero hebreo prar la provisión milagrosa de especias que hiciera en su pobre tienda el Dios de los cristianos. Por la calle de Ataúd se siente la pisada recia de Miguér de Manara, huyendo de la Muerte para refugiarse en la Caridad. En la Plazuela de los Venerables, pensamos en la perseverancia piadosa de Justino de Neveí, creador del refugio para sacerdotes impedidos y solos. En el callejón del Agua cantan las lin- fas su eterna melodía de cristal. Los jazmineros dejan su perfume femenino en la noche, y allá, eni e! breve pasadizo estretiho de la Plaza de Al faro a la de Santa Cruz, donde está enterrado Murillo, y sobre sus ignorados restos se yergue la filigrana de Siierro de la Cruz de la Cerrajería que labrara el artífice Sebastián Conde, se abre ia que dicen fué vivienda del pintor de las Concepciones. En el interior luminoso parece que, efectivamente, está el maestro y que resplandece sui genio. Y más arriba el Convento de las Teresas, donde las monjitas de la fundación que la enamorada de Cristo hizo en la calle de la Pajería, trasladaron su casa y los recuerdos de la Santa. 3 manuscrito de Las Mo- EL ARCO DEI, CAUL- EJON DE I AS CAÜENAS B. JO EL CUAt PASO MUCBEAS VECES D. P E PBO I DE CASTILI