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BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1935 página 176
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BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1935 página 176

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página176
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ible? Decididamente abía vivido es que no ¡ERCO. -Francamente, se excede usd. Al menos según a mí me paece. Porque, en resumen, lo que ide es mi autorización para ponere en relaciones de amor con una nuchacha enamorada de usted. Has 1 aquí habíamos llegado. Yo no tentó que dar a usted autorizaciones le ningún género. ¿Qué puede imoríarme a mí se arregle usted o no on una muchacha? Si acaso le mportará a ella o a usted mismo, ero, ¿a mif... Podría pasar que isted me preguntara en qué creía onsiste su conveniencia o por qué auce se puede dirigir su amor. Es 0 y muchas cosas más. Pero espear de mi un sí o un no categófcos, me parece excesivo. Vamos, ue como no tengo costumbre, hasta e me sube a las mejillas un rubor le muchachita de quince años. con todas sus letras. Resultado: Fulano por este procedimiento, se enterará; en provincias los chismes corren mucho. Y como Fulano es hombre, se hinchará como un globo. Lo demás corre a cargo de la vanidad de Fulano mismo. Tercera gracia: En los muchachos de verano no hay qiie pensar. Se van fatalmente y vuelven en rara ocasión. Abandonar, pues, esta idea de amor. Y ya está. Las estoy oyendo a ustedes tan educadiías: Muchas gracias y yo, como el del cuento: Muchas? No. Tres, nada más quisiera, satisfacer sus deseos. Y notos colecciono por un resto de pudor. Un escritor que recorta sus artículos y los pega en un cuaderno me ha parecido siempre un caso denarcisismo. MARINA MANSA. -Si algún día de- FLOR DE BOTÓN DE ORO. -Malo. El LAS TRES GRACIAS. -Primera gra- la: 16 años. Va a clase y se cruza odos los días con un muchacho que e gusta. Pero el muchacho no dice li pío. Deje usted caer un día el litro de los apuntes cuando él pase, naturalmente, se lo recogerá. Y puee entablarse diálogo. Segunda gracia: i6 años también, iene un pretendiente que no le gus 1 y un pretendido que no se entera e que usta. Decir al pretendiente instituiría el ideal de no haber lleado tarde. Con esto no puede naie darse por ofendido. Y cuando regunte la causa decir que ha lleudo tarde porque desde hace tiem 0 está enamorada de Fulano Así, hombre, por instinto, adora la comodidad. La vecina de casa tiene, pues, éxito con el vecino por esta razón: por comodidad. No hay que ir a esperarla a la puerta de su casa, puesto que se la espera en la ptterta de la propia. Pero cuando el vecino se muda y deja de ser vecino, fnalo. De todas casi todas, es hombre que se va para no volver. No creo que el de usted constituya la excepción. Debe, pues, resignarse o, si acaso, insertar el nombre del desaparecido en los anuncios por palabras y en su sección de pérdidas be usted morir por dejar de ir con él, viva mientras él quiera permanecer al lado suyo. ¡Qué importa lo que ocurra mañana! En amor bueno sólo cuenta el hoy... No preocuparse del porvenir y no sentirla necesidad del pasado es tanta como vivir el presente. Viva el suyo junto a la maravillosa casita y frente a ese mar más maravillosoaún. Y vívalo bien y hondamente. Así, cuando llegue, si es que llega, el mal instante, siempre quedará la compensación de poder decir: Aquello, lo que fué, bien valia la pena de este sufrimiento AGÜICHI. -Me es usted tan simpática que siento mucho no poderla complacer y contestarla particularmente. Pero en tal sentido mi decisió í es firme. En efecto; no se ha equivocado usted; además de simpatía posee usted inteligencia. Intervino el lápis rojo inexorable. Pero yo no conservo nunca mis trabajos pasados y mal podría, aunque LOTERÍA. Po rí? mujer! La comprendo a usted y la compadezco. Si el volcar su corazón, en escritura, sobre una cuartilla le sirve de algún consuelo, escríbame cuanto quiera. Y no consulte a doctores. Su mal- no tendrá otro remedio que el del cambio. Esto usted no p- uede ni quiere que sea. Está bien. Usted tiene una conciencia y a ella se atiene. Ahora que la mía me dice que si yo fuera mujer y estuviera en su trance no me resignarla con soñar dormida. Viviría despierta, y cuando buenamente un prejuicio saliese a mi paso, me lo saltaría sin más a la torera J. SPOTTORNO y TOPETE. E A USTED C A im P E TODOS LOS DOMINGOS

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