BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1935 página 158

eM Cslis sc FRANCH r V T K F INGI ETÉREA. 1 BLSIA. (De Die Brem essel, Munich. la mentalidad británica. Inglaterra no quiere perder su posición de arbitro en los pleitos continentales; desea que el equilibrio se manten, a: a y que todos abriguen confianza en su imparcialidad. Italia, por su parte, con aquella política de realidades que caracteriza la era fascista, no está dispuesta a entrar en el camino de protestas estériles hace tiempo, Mussolini advirtió ya al mundo del carácter inevitable del rearme de Alemania. Ciertamente, Francia encontraría fácilmente la adhesión de Rusia para una actitud enérg- ica, pero le conviene no acercarse demasiado a Rusia, ya que con ello podría correr el riesgo de perder el apoyo inglés. Por esta razón, Laval esperará con su visita a Moscú que Edén haya hablado con Litvinof, ¿Cuál sería nuestra situación- -pregunta Le Journal- -si la misión de Edén fuese un fracaso? Como decimos, la solidaridad entre los aliados no es absoluta; Alemania, al restablecer por decreto el servicio militar obligatorio, lo sabía a ciencia cierta, como también que no arriesgaba na la con su decisión unilateral. Dice el citado diario francés: A una nación que se adjudica el derecho de tearniar hay que oponer un grupo de naciones que afirman su resolución de combinar su defensa y asegurar, en cualquier eventualidad, la superioridad del orden. Ciertamente, si los aliados son solidarios, poco importa- -desde el punto de vista práctico- -que Alemania tenga un Ejército de cuatrocientos mil hombres; las fuerzas de que podrían disponer sus adversarios serían en todo caso mucho más importantes. El verdadero peligro no consiste en el rearme del Reich. sino en la división entre los aliados. -Andrés Rcvéss.