BLANCO Y NEGRO MADRID 31-03-1935 página 26

a sus palabras. Cuando hizo una pausa en sus preguntas, hubirrios de preguntarle qué contenía un grueso paquete de papeles que traía bajo el desnudo brazo. -Son Jos consejos higiénicos para que los hombres rc; í! aincnten su vida inientras dura mi régitnen. ¿Y pueden leerse? -i Ya lo creo! Para eso los traigo. La joven Primavera nos entregó unas hojas sueltas que contenían curiosas advertencias, íjuc trasladamos a nuestros lectores: Atite todo, recomienda la higiene evitar en esta época cualíjuier clase de irritaciones. Nada de discutir con la familia, ni con ia mujer propia, ni menos con su madre. Nada de asistir a conferencias de fatuos escritores, iii a determinados estrenos. Alimentación sobria y frugal. Nada de carne, poco jamón y ninguna jamona. í, as l) ebidas acidulas son muy corrientes. Agua de limón para los niños. Vinagre para las jovencitns y horchata de chufas para Jos viejos republicanos. Respecto al traje, ¡os preceptos higiénicos que ¡a Primavera traía apuntados en sus hojas son muy de atender. La ropa en tal estación debe llevarse delgada durante el día. Por la noche debe sacarse abrigo, sobre todo si no se ha enipe ñado. Y si se ha empeñado... también debe i- í 7 rtiríí iiiándoias el interesado, suelen sentar bien. X iéndolos tomar a la interesada, producen mareos. El cjeixicio es convenientísimo. aunque debe ser moderado, cotho debe serlo el ejercicio de la censura. Los paseos al aire libre sientan muy bien. Poi: esto es conveniente mandar a paseo a mucha gente. Otros muchos consejos nos quedaban por leer, pero la Primavera nos arrebató las hojas, cual si fuera Otoño y salió a escape hacia un laxi, sin despedirse siquiera de nosotros. j Oh, loca priroavera... Y ya está hecho el articulito. El ministro de Bellas Artes, de Francia, ha tenido una ideíta para aliviar el paro de los músicos, que allí, como en todas partes, están en chve de la mayor inopia, cuyas consecuencias tienen que tocar, y mal de su grado. Para eüo ha discurrido, acorde con su colega el ministro de Comunicaciones, la emisión de un sello, que como una sobretasa podrá utilizar el público para el franqueo de la correspondencia. Sí; el arbitrio que se crea no está mal; aunque no fienros mucho en que con sus. ingresos, que se repartirán a prorrateo entre los mvisicos sin colocación, se solucione este problema en tono mayor. Porque si no es obligatoria la adciviisición de este sello especial, lo probable e que la gente se encoja de hombros y diga: ¡Bah, a mí que no me vengan con músicas! Luís Gabaídóti. Los Imños son, y uo son higiénicos. To-