BLANCO Y NEGRO MADRID 17-03-1935 página 98
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página98
- Fecha de publicación17/03/1935
- ID0005479348
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lu rias. ¿No habéis leído escritos de ciegos? nslruye de un modo enorme- -y de un modo también lamentable- -acerca de si sabí- el hombre o no ver lo que ve y escuchar lo que oye. Casi nunca. Los ciegos cuando escriben lo hacen siempre en términos de persona que ha vi. sto y que ve. No solamente ciegos accidentales, sino ciegos de nacimiento emplean un lenguaje de metáforas tomadas a la visión y a la luz y hasta describen el modo visible como si lo vieran o como queriendo hacer creer que tienen ojos. Esto trae por consecuencia dos des -entajas notables: una, la de que jamás la descripción puede tener la riqueza y la anlcnticidad que podria tener si fuera verdidera; otra, la de que se produce en el k tor, si sabe que el autor es ciego, una sensación de angustia y de malestar penosísima; la de no poder sentir el alma del ciego que habla porque no nos está hablando con el alma. Nosotros quisiéramos siempre que los ciegos nos hablaran como ciegos. Si ello resultara horrendo, para sentir el horror y compartirlo con ellos. Pero tenemos la sospecha de que lejos de causar mala impresión, podría el cie. go hablar de mundos mágicos hablarnos de mundos profundos y suplir en densidad e imprevistos, los prodigios del mundo de la luz de que carecen. No ocurre así casi nunca. Nosotros no conocemos un solo escrito de ciego en el que pueda advertir que habla un ciego quien no esté en antecedentes. O creen que va a OBSÉRVESE EL PAREXTESCO, DE MANERA V DE EXPRB. SION, ENTRE ESTA CABEZA EJECUTADA PCR UN C I E a O