BLANCO Y NEGRO MADRID 17-03-1935 página 75

ellas se quemaba el soporte de madera el Parot del que habían pendido los candiles de la vela a lo largp de todo el invierno. Crepitaban las viejas maderas, las rizadas virutas, melena de los días de. trabajo y esperanza, y subía en enormes ll inaradas hasta et cielo limpio de la noche áe San José este alegre homenaje lírico que el deber cumplido ofrecía de un modo tácito al dulce carpintero de Belén. Las manos de largos y múltiples dedos de las hogueras que se estrechaban en ojiva, hacían palpitar en los viejos barrios populares un júbilo desbordado, un júbilo grande y nuevo cada año que se dispersaba en tracas y en cohetes, en músicas y cánticos, lemne. de Sen Chuscf) la vela de los carpinteros de Valencia. ü i esta celebración del descanso está el origen de las fallas. Con el rubio tesoro del tiempo vencido que son las virutas de la carpintería y con algunos t r a s t o s viejos recogidos de los talleres, los carpinteritos de V a l e n c i a hacían sus falles esto e s sus h o g u e r a s Y en SKÑORITA MONTOBO, MAYoa IMJ TO V. VICKNTITA PAiLLEBA 1 9 3 5 (FOI A) ij