Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 193
BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 193
Ir a detalle de periódico

BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 193

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página193
Más información

Descripción

i M J VJ V S V n DEL CIELO A LA CORTA TIERRA NOVELA Llueve. C -Hasta mañana, señor áhade. -Si Dios lo quiere. Pachón. AMiwo adelante, bajo la lluvia, y síQueda stJa la plaza, cae la noche, borrangfuiendo la costa que en aquella par- do el cielo y cegando la tierra; suena la te es una viva mordedura del mar, campana llamando a! rosario, llueve... va la carreta de Pachón dando tumbos y bandazos. Los bueyes tiran de mala g tm. Planes audaces. A veces quedan meditando si seria mejor sacarla del bache donde las ruedas acaban La rebotica de famosa en de atascarse o dejarla allí por los siglos todo el contorno D. Ordoñito esfantasía de por la gran de los sigrJos; pero el hecúleo Pachón re- los cazadores que a ella concurrep. suelve la duda gritándoles fuerte: Uno cazó águilas; otro, jabalíes; otro, ¡Arre... pasmáis! osos, y así sucesivamente. Cada cual va suLos aludidos bajan la cabeza, haciendo un biendo de tamaño y de ferocidad, hasta que esfuerzo supremo, y la carreta sigue rodan- el vivaracho boticario toma la palabra. Endo hasta detenerse frente al pórtico de la tonces nadie rechista, porque tiene un veriglesia. bo tan cálido y tan eloctiente, hace unos reAl entrar la carreta en la plaza, Adelai- latos tan vigorosos, tan llenos de color y da suspende la lectura y levanta su carita, de de realismo, qué oírle es como estar en el nácar para mirar a través de los cristales. campo disparando tiros sobre las piezas y No es que le choque, no. Demasiado sabe viendo a los perros correr. quién es; pero es que en todo el día no se Por eso, por la sugestiva charla, fué por sintió más ruido que aquel. le cogió una Ante sus ojos está la plaza, pequeña, olien- lo que D. Bonifaciomuchos rodeos, noche a solas y, le condo a musgo, a humedad y a verdín; salpica- fesó que después de estaba da de charcos que reflejan el cielo tristón bellísima hija de locamente prendado de la D. Alvaro. y rodeada de Casas, por cuyos renegridos- Pero, ¡a sus años. D. Bonifacio! paredones resbala el agua de la lluvia. ¿Como a mis años? ¡No parece sino El ruido de la carreta congrega ante la ventana a C 3 havela y a su madre, y corta que soy un vejestorio, cuando, a pesar del la interesante conversación que í) Ordo- medio siglo, todavía compito con la juventud si se tercia el caso... Lo malo es que ñito y D. Bonifacio sostienen. Quieii no experimenta la más leve curio- el padre me trata a distancia, como si yo sidad es D. Alvaro, señor de los Pazos, pa- tuviese la culpa de no llevar alguno de los dre de! a gentil Adelaida y caballero inta- históricos apellidos que tanto baraja. chable, que anda un poco desquiciado por- -Y Adelaida, ¿qué dice? los años y por las contrariedades de un an- -Adelaida no sabe nada todavía; pero lo sabrá, porque tengo tm plan que, como tiguo pleito que sostiene. Don Alvaro pasa muchas horas encerra- usted me ayude, ¡victoria segura! do en una estancia que él llama su archi- ¡Ah, pues si de mí depende... délo por vo, estancia donde hay una gran mesa de hecho! despacho, arcas labradas, recios armarios, Don Bonifacio pasea la mirada por la recuadros y panoplias. Y allí, rodeado de sus botica para convencerse de que están solos, antepasados y en presencia de aquellas ar- sale después a cerciorarse de que en la plamas que tanto brillaron en torneos, batallas za no hay nadie y, volviendo al lado de don y cacerías, va dictando, con resonante voz Ordoñito, dicele al oído: de órgano, la preclara historia de su linaje, -Yo necesito acortar distancias, acercarcon la que iriensa dar un golpe de muerte al me a ella. ¿Cómo... Usted sabe que tengo millonario D. Bonifacio, por haberle usur- una fábrica de azúcar y que todos los anos voy a presenciar la molienda. Pues- bien, pado la supremacía que venía ejerciendo. Pachón deja en la iglesia el paquete de ¿no sería un golpe decisivo llevar a don velas que trae y reanuda la marcha, despi- Alvaro para que viese aquello? Iría con Adelaida, con su paríenta doña Carmen y diéndose de! 01 ra.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.