Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 166
BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 166
Ir a detalle de periódico

BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 166

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
  • Página166
Más información

Descripción

TAMBIÉN EN FRANCIA LA C R I S I S DEL TRIGO Por LUIS LAMARRE G RACIAS. N o como pan. H a llegado a ser vulgar esta respuesta en los banquetes. La gente la dice, al mismo tiempo que rechaza el cestillo panero, y sin darle importancia. En el momento en que la agricultura francesa, tan angustiada como las de otras naciones, espera que la Providencia la desembarace de una veintena de millones de quintales de indeseable trigo, es cosa de preguntarse si no habría que ver en estos excedentes de producción algo más que el resultado de cosechas demasiado abundantes para un país de fronteras cerradas. ¿Se consume ahora tanto pan como antes? Esta es la pregunta que hemos formulado a cuantos nos rodeaban, y especialmente a aquellos a quienes en otro tiempo les gustaba el pan a más no poder. La respuesta fué la misma siempre: -Comemos menos pan que antes. N o sabemos por qué, pero lo cierto es que no nos gusta. Los franceses, de cuya afición al pan se han burlado tanto los extranjeros, quieren desmentir la leyenda. Esta fué nuestra impresión desde el primer momento, y no tardamos en confirmarla. El gremio de la panadería padece una crisis muy honda. El paro es muy grave. H a y regiones en que huelgan forzosamente el veinticinco por ciento de los obreros panaderos. Si se tiene en cuenta que la compresión de los presupuestos familiares debe traducirse normalmente en un aumento del consumo de este alimento llamado de primera necesidad ¿no es sintomática la circunstancia de que ocurra todo lo contrario, y de que presenciemos, a pesar de todo, una disminución del consumo general, que produce el paro entre los miembros de la corporación interesada? ¿iS o es ello indicio de una verdadera revolución de nuestras costumbres nacionales? ¡El pan caído en desgracia! Los establecimientos públicos nos ofrecen la posibilidad de calcular esta regresión del consumo panero. Como el número de pensionistas no varía, es fácil determinar la diferencia entre las cantidades de pan compradas un año u otro. Pues bien; en la Beneficencia pública se considera que los niños comen hoy casi la mitad del pan que comían antes de la guerra. Esto nos lleva a examinar las estadísticas oficiales de la producción panera durante los cincuenta años últimos. Tienen muchísimo interés. Los productores de trigo que buscan compradores se quedarán, de seguro, muy sorprendidos al saber que no va en aumento la producción francesa. Antes por lo contrario, en igoo, Francia, privada de la Alsacia L o rena, produjo más trigo que en 1934; entonces no exportaba, sino que importaba no pocos millones de quintales por año, cosa que no ocurre hoy, y no se oyó en aquel tiempo, ni por casualidad, hablar de crisis agrícola. Sabido es que la abundancia de los tres años sucesivos de 1932- 33 y 34, ha sido ei origen de la crisis que padecen los productores franceses. En la campaña de 1933 se llegó a los 96 millones de quintales; pero, ¿qué diremos de esa sucesión de los cinco años, que van desde 1898 a 1903, durante la cual hubo dos veces seguidas 99 millones de quintales? ¿Qué diremos de aquel año 1907, en que la producción alcanzó la inaudita cifra de 103 millones de quintales? ¿Hubo crisis? ¿Hubo debates en la Cám a r a? ¿H u b o excedentes que absorber? ¡N i por lo más remoto! Francia se comió tranquilamente su trigo, como acostumbraba a hacerlo en aquella época, y no sólo consumió por completo su propio trigo, sino que tuvo que adquirir más en el extranjero para completar lo que necesitaba. Los veinte millones de quintales que constituyen el excedente de la campaña precedente en Francia, excedente que paraliza el mercado de trigo y que la agricultura arrastra como un grillete, representa lo que el pueblo francés se niega a consumir. Si los franceses comieran tanto pan como antes, no habría problema del trigo en la nación. Este es uno de los aspectos del problema internacional del cual venimos hablando. La técnica molinera separa el trigo de sus partes más ricas, especialmente del germen, y sólo entrega para el consumo un alimento pobre. No ha tardado en dejarse sentir el efecto de tal sistema. La mayoría de los aficionados al pan se han sentido perjudicados, conscientemente o no, y han ido acostumbrándose a comer menos, con lo cual ha disminuido el consumo de pan. Nadie duda de que los campesinos húngaros, rumanos, yanquis, canadienses y franceses padezcan una crisis muy grave. La crisis existe, es dolorosa y casi insoluble. Pero este mal internacional del poco consumo de trigo, ¿no podría remediarse, en parte al menos, con medidas que procuraran a los consumidores pan meior y más nutritivo? La política del pan mejor es la que los ministros de Agricultura de todas las naciones productoras de trigo deben hacer para hallar nuevos mercados. World Copyright by Reystone.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.