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BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 147
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BLANCO Y NEGRO MADRID 10-03-1935 página 147

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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r Entonces fué cuando Alemania formuló diplomático ruso que la or. ga- iización de la su deseo de negociar directamente con Lon- seguridad en Europa sólo puede ser lodrcs, del mismo modo que el Gobierno in- grada mediante la realización de todos los glés lo había hecho con París. El pueblo pactos regionales proyectados, ya que bas- alemán, mediante varios plebiscitos, ha taría la falta de uno, de ellos para que la aprobado, casi unánimemente, la política ex- paz estuviese seriamente amenazada. Eicisterior de Hitler, lo que indica que es sobre te interdependencia en lo ique respecta al el Führer sobre quien descansa, en último mantenimiento de la paz puesto que ya no término, la política del Reich. Convei san- sería posible localizar una guerra. La nota do directamente con él se gana tiempo. La ru. sa hace constar con satisfacción, que la visita de un ministro ing líss- escribía la idea de la necesidad de adaptar lo más ráDeutsche AUgemeine Zeitung- -al hombre pidamente posible unas medidas efectivas cuya decisión se apoya en la confianza del para contrarrestar cualqiiier agresión milipuel) lo alemán ayudaría al interesado a co- tar mdiante un pacto de asistencia mutua, nocer ¡as necesidades de la, nueva Alema- está apoyada activamente por cuatro de los nia y ponerlas de acuerdo con las de los Estados más grandes de Europa: Francia, la Gran Bretaña, Italia y la Unión de las demás pueblos. Pero antes de decidir, Sir John Simón Repúblicas soviéticas, así como por la Pequi. so saber si Alemania estaba dispuesta queña ¡Entente y el Bloque balcánico, paía hablar acerca de los Pactos, problema- que ses que reúnen en total 365 miHorres de hahabía pasado en silencio en su contestación. bitantes, ó sea el setenta por ciento de la Claro está que Berlín no ha dado esta vez población total de Europa respuesta negativa. Los alemanes no dejan de esperar que con los ingleses se entien- Los viajes de Sir John Simón. dan más fácilmente que con los franceses. Alemania que, a base del Tratado de RaInglaterra es, a pesar de todo, rival de Rusia en Asia Central, de modo que tiene pallo, mantenía excelentes relaciones con Ruinterés en que las relaciones entre París sia, sabe hoy que iMoscú le es hostil y tamy Moscú no se estrechen demasiado. Berlín bién que el Ejército ruso ha llegado á ser estima (ue podría llegar con relativa fa- uno de los. más poderosos. Si Alemania incilidad a un acuerdo con Londres y hasta siste en el aumento de sus fuerzas militacon París, si no fuese por el maquiavelis- res, puede invocar el peligro ruso. La colabo mo de Litvinof. que trata de evitar a toda ración diplomática con los Soviets resultacosta una inteligencia entre las potencias ría penosa para el Reich, lo niismo que pa occidentales. Lo cierto es que Moscú se pro- ra Polonia, lo que explica en pritner térnuncia en contra del pSicto de los Cuatro. mino la resistencia que las dos potencias mussoliniano, lo nn smo que vería una ame- oponen al llamado Locarno del Este. Por naza en un acuerdo anglo- franco- germano, otra parte, el ejemplo de acuerdo germanoscbre todo, desde que Polonia colabora con polaco Íntica que la voluntad de un caudillo Alemania y el Jaipón n ira con simpatía y nacional, asistido por la Prensa, puede esperanza hacia el ijE ran vecino occidental transformar la hostilidad en amistad y que de los Soviets. iRusia quiere tener voz y el concepto del Erbfcind, del enemigo navoto en los asuntos euror eos y (ya indica- to tiene algo de artificioso y puede cammos el por qué) de potencia revisionista se biar biuscdiTtente Duiante vanos años se ha convertido en defensor del statu qno. El Gobierno soviético -clice la nota oficial rusa, remitida a Londres y Parí. s- ¡ha llegado desde liace tiempo a la conclusión de qué, dada la imposibilidad, hoy patente, de realizar el desarme completo, y dada la dificultad del control de la limitación de los armamentos, el único medio de reaccionar contra la inminencia del peligro concreto de una nueva conflagración armada entre los pueblos, consiste en. un sistema de pactos regionales capaz de garantizar la asistencia mutua entre los Estados sinceramente adictos a conjurar este peligro. Como se advierte, hay completa id- ontidád de vista entre París y Moscú. T. a se. guridad debe anteponerse al desarme. Añade el docum- cnto SI- Q U I E R E C O L O C A R A A I B M A N I A A. VTB T. OS H E C H O S C O N S U M A D O S SKÍRORKS. PCE. ÍTO QUE T A KSTAMOS 0 E CUKKDO E. X CUANTO AL RESULTADO I E ÍJAS D 1 L. IBEKACIOXKS, J OOBMOS E M P E Z A R Í A S (De Brennessel, Munich.

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