BLANCO Y NEGRO MADRID 03-03-1935 página 140

UNA TENDENCIA QUE GANA PROSÉLITOS La economía dirigida y los conservadores Por EMILE VANDERVELDE pesar de las diferencias fundamenta- que no por eso deja de constituir un primer les que desde el punto de vista de la paso, aunque tímido, en el sentido de una estructura económica existen en- economía bien dirigida; por lo que afecta a tre Bélgica, nación superindustrializada, y las industrias mineras, adopta un sistema Francia, país en él cual las masas rurales de cartelización, imponiendo a las minorías continúan lepresentando un porcentaje muy la voluntad de la mayoría. considerable de la población, es innegable Mas he aquí que del lado francés, y bajo que el desarrollo de la política interior de la iniciativa de M. Flandin, empiezan a adambos países ofrece un cierto paralelismo, vertirse los primeros síntomas de semejansubrayado en ocasiones diversas, durante es- te política. tos últimos quince años. Tal sucedió en Muchísimo más que M. Francqui, más 1924- 25, cuando de ambos lados de la fron- aún que M. Theunis, M. Flandin proclama tera las coaliciones democráticas luchaban sin ocultaciones su conformismo, su apego contra las potencias adineradas En estos a los principios del liberalismo clásico. No mismos momentos, tanto en París como en más lejos que ayer lo decía, en un CongreBruselas nos encontramos con Gobiernos so de su partido: Allí donde la adaptación de crisis, que difieren, bien es verdad, en de la producción al consumo pueda realizarcuanto a la etiqueta o nombre político, pero se libremente, bajo la sola presión de las que tienen de común las siguientes carac- leyes eternas de la oferta y de la demanda, terísticas sigo siendo partidario absoluto, que no rePrimero: Las personalidades predominan- niega de su fe, de la libertad y de la comtes representan a hombres de confianza del petencia capitalismo o lo son por sí mismas: monPero, a renglón seguido, añadía: sieur Flandin, por ejemplo, está represen No puedo cerrar los ojos a todo lo que tado en nuestro país por M. Theunis y en estos momentos paraliza y falsifica el auM. Francqui. Segundo: Esas personalidades tomatismo de los cambios y de los precios... tropiezan con la oposición decidida de los Sucede que el Poder público tiene que acpartidos proletarios, irreductiblemente hos- tuar de contrapeso de los poderes adinetiles a toda política de deflación que no po- rados. Lo mismo que el celo por la libertad dría dejar de afectar a la remuneración del individual no puede permitir que el fuerte trabajo. Tercero: Han de contar, en fin, estrangule al débil, el respeto de la libertad dentro de su misma mayoría, con partidos económica no puede confundirse con el prio grupos demócratas (radicales en Francia, vilegio del capital sobre el trabajo, y medemócratas cristianos en Bélgica) cuyo nos aún con la pretensión de los modernos apoyo les es indispensable para sostenerse gestores del capital de la masa ahorradora en el Poder. de regentar en provecho propio la organiNo podemos perder de vista ninguno de zación económica de la nación. Palabras duras en verdad, que comentaestos tres factores si queremos comprender algo de una política cu 3 -o conservadurismo ban anticipadamente el fondo del proyecto se ve continuamente obligado a arrojar Marchandeau, sobre los acuerdos profesionales obligatorios. lastre. En Bélgica, el Gobierno Theunis- FrancTampoco es extraño que veamos en la qui, bautizado desde el día de su constitu- Prensa, por boca del presidente del Conseción con el nombre de Gobierno de los jo, y, naturalmente, con muchos circunlobanqueros no se limita a cercenar conti- quios laudatorios, ciertas reservas inquietas. nuamente las concesiones sociales y a reEl Boletín diario, por ejemplo, créese en ducir los salarios de los agentes de los ser- el deber de advertir a M. Flandin de ciervicios públicos. Monsieur Francqui, recién tos peligros fundamentales y de la imprellegado de Norteamérica, muy empapado de cisión de determinadas fórmulas (la lisonja los métodos de Mr. Roosevclt, restablece a las clases adineradas, por ejemplo) el impuesto progresivo sobre las rentas gloEl peligro de encerrar a toda la producbales, abolido por los conservadores en 1930; ción francesa dentro de una reglamentación se dedica, en materia de créditos, a expe- de Estado impregnada de ideas socialistas, riencias arriesgadísimas (hay quien las cali- es un peligro inmenso y real para el país. fica de temerarias) instituyendo, como con- El peligro de aplastar a todas las industrias trapartida de los anticipos globales del Es- privadas y a la misma moneda nacional con tado, un control de Bancos, que los socialistas, naturalmente, dicen ser insuficiente, pero Termina al final de la página siguiente. A