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BLANCO Y NEGRO MADRID 24-02-1935 página 101
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BLANCO Y NEGRO MADRID 24-02-1935 página 101

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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M E parece haber señalado en uno de mis artículos anteriores el hecho de que los trajes azules pierden popularidad de día en día, siendo muchos los hombres que empiezan ya a preocuparse por la suerte de este color. Sobre este asunto no puedo decir más, sino que el azul marino para lounge no está aún dcmodé, aunque carezca de la popularidad que hace dos o tres años adquirió entre los elegantes. El gris azulado y el azul muy claro obtienen ahora todo el favor, coiiJbinado maravillosamente este material con un sombrero de fieltro marrón. Siempre dije que ios trajes para lounge tienen que estar maravillosamente hechos para que no fatiguen la vista. Últimamente. Mr. Ramisay. MacDonald sorprendió al piíblicO con la perfección de su indumentaria, y hace pocos días le vi en St. James Park andando muy de prisa y vestido con elegantísimo terno azul con chaqueta cruzada y precioso pañuelo carmín asomando por el bolsillo del pecho. Dicen algunos malintencionados que nuestro primer ministro trata de eclipsar, en cuanto a elegancia, a su gran amigo el marqués de Londonderry: si es así, lá tarea que se ha propuesto es tan difícil como los problemas que se le presentan en el ministerio. El noble marqués no solamente lleva buenos trajes, sino que ¡os lleva con un aire exclusivo y personal. Mi opinión es que la mejor forma de llevar un traje es olvidar que se lleva. La moda de la amplitud en los trajes de hombres si. gue aumentando, especialmente en lo que se refiere a los pantalones; pasaron los días de las c denis muy ajustadas. Hasta las mangas de las chaquetas de estir son más anchas, notándose cierta tendencia contraria al efecto entallado de la chaqueta en la cintura. Sin embargo, en los abrigos sigúese llevando la forma entallada. Debo mencionar una vez más las bufandas, ya que han alcanzado tanto auge esta temporada. Los motor stas y deportistas prefieren las combinaciones de blanco y negro, muy chics por cierto, sobre todo cuando se anudan a! cuello como es debido. Hay muchos hombres que no consiguen llevar una bufanda o pañuelo sin tener aspecto de apache o de acatarrado. El príncipe de Gales V el príncipe Jorge siguen favoreciewlo a las ¡jnfaníias moteadas, aunque el primero no sepa llevarlas con la sencilla elegancia de su joven hermano. erv Los sastres de Londres se extrañan del desuso en que caen la chaqueta negra y el pantalón rayado entre los hombres de negocios, que prefieren otros estilos. La tenue elegante para los negocios consiste en un traje gris claro, amplio y confortable. Con un traje parecido vi hace unos días a Mr. Montagu Norman, gobernador del Banco de In. glaterra, cuya silueta no podía armonizar mejor con el ambiente de la City. Un buen amigo mío, australiano, gran viajero y residente actualmente en Londres, decíame la otra tarde que el hombre de negocios de Londres era. en su opinión, e! mejor vestido del mundo. Admiraba sobretodo el calzado y los calcetines de los londinenses, siendo un hecho evidente que los ingleses cuidamos con especial atención el aspecto de nuestras extremidades inferiores. Están muy solicitados los zapatos negros de material ligero y se hacen nuevos esfuerzos para popularizar e! calzado de fantasía, aunque no creo en el buen éxito de este propósito. Todos los hombres que lleven zapatos terminados en punta deberían ser arrestados por sospechosos e indeseables me decía hace poco, airadamente, cierto amigo mío. Sin llegar tan lejos en la sentencia, yo diría solamente aue los hombres que prefieren ese estilo de calzado tienen im gusto detestable. El calzado de hombre, 3- a sean botas o zapatos, debe ser de punta chata y tener una forma adecuada en los tobillos. Acabo de oír que van a lanzarse al mercado cordones de colores para zapatos, y me interesa mucho la suerte de semejante moda, i Zapatos negros con cordones amarillos o encarnados, darán, por lo menos, un poco de alegría al pavimento! En cuanto a corbatas, he visto últimaniente muchas de color gris plata, lisas o con adornos florales. Hay que estudiar mticho el color del traje y de la camisa antes de ele. gii una corbata clara. Únicamente atendiendo a estos pequeños detalles y considerando la armonía de las prendas podrá un honibre vestir bierj. Y bien merece la pena este estudio, hoy día, cuando el aspecto personal de un hombre influye tanto en la vida social como en la de los negocios. -Baxil Nashlcigh. exclusivo para BUAKCO T E B

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