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BLANCO Y NEGRO MADRID 17-02-1935 página 170
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BLANCO Y NEGRO MADRID 17-02-1935 página 170

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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EL PARO OBRERO EN ESPAÑA Afecta a más de medio millón de trabajadores Por CARLOS SAENZ U NO de los problemas de más difícil solución que ha traído la postguerra, es el del paro obrero. Los Gobiernos de todos los países sienten sobre sí la preocupación agobiadora de esos miles y miles de obreros que no hallan colocación y que han de buscarse la vida implorarido la caridad pública, o por otros medios más o menos reprobables. Seguramente gran parte de la criminalidad, que tanto ha aumentado, se debe a esta falta de trabajo, que crece de día en día, con caracteres aterradores, en todo el mundo. España no es de los países que mayor número de obreros parados tiene. P e r o por eso mismo, el probiema es de más fácil solución. Con buena voluntad por parte del Gobierno podría dominarse la situación, y. esto sí que sería una pacificación de los espíritus, ya que ¡o que quiere la mayor parte de los obreros es trabajo para hacer frente a las necesidades del hogar. Como el asunto es de gran importancia, lo hemos estudiado con algún detenimiento, y vamos a exponer, someramente, pero con la posible claridad, la situación de España ante este problema, las repercusiones que ha tenido, tanto en el campo como en las principales industrias, y las orientaciones para su posible solución. Lo primero que importa, como punto de partida, es conocer el número de obreros sin trabajo. Según la Estadística que publica la Oficina Central de Colocación y Defensa contra el paro, del Ministerio de Trabajo y Sanidad, en 30 de noviembre de 1934 el número total de parados en España era de 611.124. Esta cifra, desde luego, no es la mayor registrada durante el año, pues en dicha Estadística aparece el mes de abril con 703.814, y salvo los meses de junio y julio (meses de las faenas agrícolas más intensas) que figuran con 438.994 y 520.847, respectivamente, la cifra de parados es superior a la del mes de noviembre. Donde más se deja sentir la falta de trabajo es en las industrias agrícola y forestal, en las cuales huelgan forzosamente 365.381 braceros después figura el ramo de la construcción, donde los obreros sin trabajo ascienden a 79.109, y a esta cifra sigue la de 18.400 metalúrgicos que padecen el azote del paro. Como puede verse, aunque las cifras a primera vista parecen aterradoras, el problema no tiene los caracteres que en otros países, y por consiguiente, está al alcance del Gobiem. o ponerle remedio con relativa holgura. Vamos a indicar ahora, y estas son consecuencias deducidas de las visitas y conversaciones que hemos tenido con representantes de las principales actividades de la Agricultura, de la Industria y del Comercio, las orientaciones que podrían seguirse a tono con las posibilidades de la Nación para resolver este primordial conflicto. Hemos de empezar por dividir el paro forzoso en dos clases: el agrícola y el industrial, toda vez que tienen caracteres completamente distintos. P a r a resolver el paro agrícola, aparte del procedimiento de acabar de una vez con las reformas agrarias de modo que se restaurase la propiedad rústica y fuera fácil emplear nuevos capitales en el campo, se hace preciso, cuanto antes, un estudio de rotación de cultivos, ya que el paro es casi en su totalidad periódico y por tanto lo que se requiere es llenar los vacíos que dejan las operaciones de los actuales cultivos, vacíos cada vez más frecuentes y dilatados, sobre todo en las r e giones donde se cultivan los cereales. El algodón y el tabaco, plantas de rendimiento seguro, que se dan perfectamente en nuestro suelo, y cuyas principales labores coinciden con los períodos de más aguda crisis en el trabajo del cultivo de cereales, puedenser la solución del problema en su aspectoagrícola. P o r lo que se refiere al paro industrial, los esfuerzos que se hagan deben ir encaminados en primer término a mantener en actividad las industrias pesadas, que son las más gravemente afectadas por aquél, y las que, al propiO tiempo, disponen de obreros especializados pa-

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