BLANCO Y NEGRO MADRID 17-02-1935 página 96

de Trujiíki un recuerdo que a ú n proclama su g r a n d e z a o su furia íe ¿tructora. Aejuí. ias nu. mero. sas lápidas e iii. scripciones (jiie recuerdan e! paso trittntal de las á íaiias roiimnas en sus luchas con los lusitanos indoniaUles, y el castillo y las niurallas a g a reiias, que ya en el siíjlo x i conocían el agudo picotazo de las flec ias castellanas, y los solares ab! iena ios y murados que en los siglos x t i! y XIV servían de niorada v de defensa a los héroes en eterna l u d i a pf) r ¡a Reconquista. De aquí también, de donde partieron los primeros p a r a la g u e r r a de G r a n a d a aq seilos paladines qtie en ella inmortalizaron su n o n t b r e Gonzalo P i z a r r o (el p a d r e de con ¡uislador) eí hercúleo Diesjo García de P a redes, Alonso de Sotoniayor, A l v a r o Rodríguez de Escobar, juart de Varga- s, J u a n P i z a r r o (el m o z o) A l v a r o de H i n o j o s a G ó mez Sedeño de Solís... Antes de que F r a n cisco P i z a r r o t r a d u j e r a en realidad! a leyenda portentosa de la conquista del T a h u a n tisuyo. Trujillo, nido de jíuerra m a d r e de héroes, conocía j- a la grandeza de ia fama que más tarde éf habría de eclipsar. Dos sacerdotes jóvenes, entusiastas y estudiosos- hormi, a: as laboriosas de la ciencia en medio de! irárrulo estremecimiento de! a pf liti ueria- -se han entregado a la tearca plausible de desentumecer los miembros dormido le esas piedras milenarias de Trujillo con la poética esperanza de que les cuenten sus secretos. E s el uno ü Clodoaldo K a r a n j o h u s m e a d o r infatigable sle perg- y nsoriuníentos, cuyo trabajo de años se! ia concretíulo en un l i b r o Trajilto: sus hijos y moiunnciitos en el que, documeníalniente, se recoge toda la historia de la épica ciudad extremeña. E s el otro D. J u a n T e n a F e r nández, archivero del y u n t a m i e n t o trojiUauí. a cuyo entusiasmo, solicitud e increíble capacidad de t r a b a j o del) erá m a ñ a n a ia H i s t o r i a la conservación de muchos valiosísimos documentos, destinados a perecer, sin su concurso, en el aldsnio de los a b a n donos Í! con ¡prensibies, Siguiendo e! índice aleccionador de estos dos oteadores del alma de Trujilio, las vi- j a s glorias de las ciudad caballeresca v a n cobrando a n t e mis ojos- -en un viaje ultrarrápido de tres días- perfiles de neta actualidad rediviva. D u r a n t e tros días, creo vivir- -despierta- -una pesadilla de siglos. Y yo, que había realizado nn viaje a Trujillo con el sólo objeto de seguir las huellas de! os conquistadores del Imperio Incaico y. cx. v roBai A CARCOMIDA UK ARCO DE VIE- JAS PIEDRAS FJ. Vj- SClJUO IKGUIENDOSE TODAVÍA, PODSKOSO. COSTRA LOS AZOTAZOS BE 2 X) S SÍGI- OS. liííTtí K S TODO LO QUE QVEBA! i! X PIE T) E I A QUE VVÜ JÍANSIO. V DE DOX COXZAMl i lZABRO. P. 4 DRK DfX COSQ. t, IST. -S. DOK DEL PERi;