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BLANCO Y NEGRO MADRID 27-01-1935 página 178
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BLANCO Y NEGRO MADRID 27-01-1935 página 178

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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también cierto que no podría haber sido menos si se quería evitar la desintegración social del país. Desgraciadamente, hay una dificultad de la cual no ha escapado la nación: el problema del paro, que continúa todavía en forma idéntica a la del año anterior. El director del negociado de Socorros calcula que hay actualmente unos diez y ocho millones de personas que viven de los auxilios oficiales. E s esta una cuestión que no puede considerarse solamente desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista social. E n directa relación con ella están los importantes problemas de la redistribución de la riqueza, de la disminución de las rentas de las clases medias y de la desocupacicm permanente. E n cuanto a la magnitud del camino recorrido en dirección a la rehabilitación total, hay un índice que puede considerarse elocuente, y que es más significativo que todas las estadísticas: el cambio de actitud observado en los círculos financieros hacia 1 a política de Washington después de las elecciones de noviembre. La cooperación que han prometido estos círculos es el primer gran paso hacia ia verdadera rehabilitación económica. LTX situación de los Bancos. Indicamos a continuación el estado de los bancos, ferrocarriles y empresas de utilidad pública. En octubre de 1929 (antes del crash de Wall Street) funcionaban en Estados Unidos unos 25.000 bancos; actualmente funcionan 13.000. De esta cifra habría que excluir varios cientos de instituciones que se encuentran en circunstancias críticas y que, indudablemente, serán liquidadas en breve. Durante el año 1934 reanudaron sus operaciones unos 400 bancos de los llamados nacionales De los 1.407 bancos nacionales que no recibieron autorización de abrir sus puertas al finalizar e! cierre decretado en 1933, 1.084, con depósitos bloqueados, que ascienden a mil ochocientos millones de dólares, han reabierto sus puertas en 1934 o sido absorbidos por instituciones de mayor capital; 295 bancos, con 153 millones de depósitos, han sido declarados insolventes. Debe hacerse notar, de paso, que la disposición o icial que hace obligatorio el seguro sobre los depósitos bancarios hasta un límite de cinco mil dólares ha sido recibida con general beneplácito por el público, y parece destinada a continuar en vigencia. Los ferrocarriles han experimentado muy poca m ejoría. El ritmo lento de la industria y ¡as pérdidas sufridas con motivo de la gran sequía, han tenido su efecto sobre las recaudaciones ferroviarias. E n 1932 el déficit total de los ferrocarriles de la clase núm, i, es decir, de las grandes redes, ascendió a 139 millones de dólares; en 1933, a menos de catorce millones. E n los cuatro primeros meses de 1934, los ingresos netos ascendieron a 90 millones más que en 1933 y pareció entonces que el problema ferroviario estaba en vías de resolverse. Sin embargo, en el semestre subsiguiente la disminución de lo recaudado ascendió a 87 millones, comparada con el año anterior. Treinta y un ferrocarriles de la clase núm. I se han visto imposibilitados de cubrir sus gastos. H a y actualmente unos 70.000 kilómetros de vías ín manos de síndicos liquidadores, por ha; r quebrado las compañías que las utilizaban. E n cuanto a las empresas de utilidad pública (luz eléctrica, gas, tranvías) sus ingresos han sufrido muy poca disminución, pero debido a la hostilidad del púbHco, sus acciones y títulos se cotizan actualmente a precios más bajos que nunca. La hostilidad se debe a las altas tarifas de las compañías de luz y fuerza y a la competencia que el Gobierno les está haciendo en gran escala, lo que determinará seguramente una nueva baja en la cotización de sus acciones. Análisis de la situación europea. N o han faltado filósofos y economistas que han predicho y profetizado el derrumbe de la civilización europea; no falta tampoco quien asegure que es inevitable otra gran guerra dentro de tantos o cuantos años. E s tas predicciones pesimistas se han repetido incesantemente en estos últimos tiempos. Veamos ahora el otro lado del cuadro. Inglaterra no se está, ciertamente, desin tegrando, ni tampoco el Imperio Británico. Un comentarista autorizado y respetado ha dicho al regresar de Londres hace poco, después de- una estancia de doce meses, que los indicios de prosperidad son numerosos y elocuentes. Hay, sin duda, industrias que se encuentran en estado precario, pero la mayoría de ellas pertenece a las crónicamente enfermas. L a situación fiscal del país es sólida; el crédito del Gobierno está en su apogeo y en el punto más alto del último cuarto de siglo. La desocupación no da muestras de aumentar. Los capitales británicos han vuelto, a buscar inversión en el extranjero. Los países escandinavos disfrutan actualmente de la mejor situación observada desde la g uerra. Alemania misma está ganando terreno paulatinamente; su reserva de oro está aumentando de nuevo y su comercio exterior no arroja ahora un saldo tan desfavorable como hace algunos meses; se está consolidando su deuda. La plaga comunista no se ha extendido como había llegado a temerse. P o r el contrario, las tendencias extremistas han sido aplastadas, últimamente en varios países, favoreciendo así el restablecimiento de la normalidad económica. La única amenaza existente contra el- statuquo económico es la posibilidad de un derrumbe del bloque oro compuesto por Francia, Bélgica, Holanda, Suiza e Italia. N o sería imposible que Bélgica se viera obligada a abandonar el bloque en 1935. -Charles F. Speare. Nueva York, enero 1935. Derechos reservados para BLANCO Y NEORO por North American Newspaper AlUance.

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