BLANCO Y NEGRO MADRID 06-01-1935 página 119
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página119
- Fecha de publicación06/01/1935
- ID0005480655
Ver también:
LA BlUArrCA POB EL BSOm TOR AMMÁN HICHABD LACBEB hornacina, delante de un fondo de cortinas, recortándose sobre un rectángtilo iluminado de cristal, encima de un scfcrio pedestal de mármol negro pulido, apoyadas sobre lina zapata de cristal o una repisa de madera barnizada... Siempre sin que el soparte sea un motivo de distracción, sino de noble y grave solemnidad. Y luego, las flores. Pero colocadas también con cierta formalidad inexcusable. Encajadas dentro de un búcaro bajo, con las ramas invisibles, muy compactas, y sin que Sean de heterogéneos o rabiosos colores. Porque la ingenuidad del ramo cordinesco debe quedarse para el adorno de las imágenes de los pueblos. El ramo alto, estaillante, desperdigado, como una armazón de vivos colores, es el ramo popular, pintoresco, lenguaje inocente del culto o el fervor en la ermita. Nuestra ofrenda hogareña de flores, tiene qtte ser emocionada, apretada y silenciosa. Tan sin Tuido como el rodar de una lágrima, taxi sin color y tan sentida y honda, como esa misma lágrima.