BLANCO Y NEGRO MADRID 06-01-1935 página 90
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página90
- Fecha de publicación06/01/1935
- ID0005480626
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C a n d o r e i n g e n u i d a d de la escena fúnebre en la novela romántica. C ON motivo de las Visitas de arte a los cementerios xomanticos de Madrid, que como conmemoración del centenario del romanticismo español han organizado el Comité de Arte de los Estudiantes Católicos y Los jóvenes y el arte se h a insistido sobre la frecuencia con que en la literatura y en el arte de la época romántica se exalta el cemlenterio, la tumba y el monumento funerario. En la literatura abundan los ejemplos. No hay que investigar mucho. Obras tan conocidas como el Don Juan Tenorio en el teatro, y La dama de las camelias, en la novela, nos muestran es, cenas de esa índole. Los títulos de muchas de días nos adelantan su contenido. Sirvan de testimonio las obras inglesas Meditaciones entre ios tnnihas, de Hervey, y la Éleffía escrita en un cetnenterio de campaña, de Gray. La literatura española no 3 udo escapar del influjo del maa del siglo la tragedia que ila fatalidad ÍFeva consigo; el alma desesperada v herida; el corazón con voz propia que reclama una personalidad; la desesperación, y, sobre todo, la muerte como fin del sufrimiento humano. He aquí el porqué de la escena del cementerio en la produiCción de esa época. Estudiando sobre las novelas f r a n c a m e n t e malas de aquellos años, la escena resulta encantadora en su ingenuidad y candor. El bajo nivel literario de Jas obras que comentaanos- -devoradas por el púülico- -responde, sin embargo, con exactitud a un concepto que estaba en el ánimo de todos. Veamos, por ejemplo, la actitud teatral de esa joven (lámina primera) que contempüa la lápida. El caba ¡ADIÓS, PADBi: MÍO! BSCLAMO