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BLANCO Y NEGRO MADRID 10-11-1929 página 24
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BLANCO Y NEGRO MADRID 10-11-1929 página 24

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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T. rTK s vnxns c: nNC! AS pabellón. Obras que nos parecieron del uno pagíirán al otro... Y dív ersos catedrátic o s de! ramo- -Azorín, Ramón, Solana- -o r d enarán el material para dar cursos históricos. Flabrá una a. s ¡gnatura, por ejemplo, de Chifladura comparada. En ella se desarrollarán varios temas. Uno de ellos será, verbigracia, Con qué se chiflan hoy y con dué- se chiflai on a y e r en determinados m o mentos de la Hi, storia, los diferentes p u e b l o s de la misma C u a n d o Eu ropa se a d m i r a b a por ejemplo, ante la Venus de Milo, ¿cuál era el tipo de m u j e r que preferían el chino y el papú? C o m p l e m e n t a r i o de este tema habría otro: ¿Qué cambios ha tenido en un mismo país el gusto de las g e n t e s Cómo era, verbigracia, fa manera de saludar, o de hacerse e! amor, o de c o m e r en la E u r o p a del IV, de! v i i del x i del XV, del xx... ¿Qué metamorfosis sufrieron, verbigracia, dentro de la misma Europa, los tipos de hombre de mundo, o de cortesana amorosa, o de niña ca, sadera, o de mendigo? ¿Cuáles fueron, a lo largo de la historia de un país, sus juegos, sus manjares, sus bebidas y sus ideales favoritos? Complementario, a su vez, de estos dos temas habría uno tercero: Cuando en el terreno del arte se admira rm tipo dado de belleza- -tal Venus o tal Apolo- ¿cuáles eran y de qué modo vestían los Apolos y las Venus de carne y hueso que en la vida particular, en teatros, salones y calles, hacían perder el seso a las damas y señores de la época? Esto no es más que un esbozo. A título de anticipación, y recogidos a! azar, vayan como ejemplos ilustrativos los grabados que acompañan a estas líneas. ido, debiendo perduiar Figúrense guardado en un fanal un suspiro de soltera a su canario flauta fallecido... y e! bisoñe del auditor, que conservaba en la vitrina de su alcoba su viuda doña Edelmira; aquella doña Edelmira que llamó siempre a su marido por el apellido paterno y que besaba en su viudez, todos los días, el frasquito de tinte del cabello que se daba el auditor en el bigote... Figúrense un retrato burgués de la amada de Werther con su esposo. Y Caruso en paños menores. Y la bicicleta primera. Y los acericos de las monjas. Y algunos monumentos de bizcocho de ciertos confiteros fantasistas. Todos los lujos de bronce de la Clase Media del lujo que van- -nüeriendo todavía presumir- -a los Hoteles de Ventas del Pasado. De continuo habrá trasiegos del uno al otro Manuel Abril.

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