BLANCO Y NEGRO MADRID 10-11-1929 página 22
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página22
- Fecha de publicación10/11/1929
- ID0005129243
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LETRAS, ARTES, CIENCIAS í, S? y partían cadenas con los dientes, usaban un big- ote de sortija y un peinado pehiqueri! de raya en medio y acaracolado lateral, de tal modo planchado y reluciente, que parecía un escarabajo eg- ipcio, cuando no un pelttquín de vendedor amadamado de perfumes. El sortiilejeado en el big- ote y los tufos rizosos del peinado se daban mucho también tanto en- 3 a Guardia civil como en los domadores de leones. ¿Por qué? No lo sabemos. ¿Por qué el vencedor de tig- res había de peinarse una cabeza de tzigano. violinista? Detalles a investigar. Pero que el comprobante quede ahí para estudio de los linos y solaz rejfocijo de los otros. Que comience el Museo en esa época del daguerrotipo y de las fotos primeras, color tabaco aguado. Esa época está ahí, registrable todavía, -i Que no se pierda a q u e l l a estrella de los Bufos, p a s i ó n de Gaztanibide o de Alvareda... Ni la cinturita de avispa de aquellas tiples ligeras de, setenta kilos, que produjeran a Cánovas tal vez, a Romero Robledo tal vez, la primera frewliar a i m presión, cuando vestí a tr aún de marinero... Ni los platos c o n m a j a s pintadas, grapados sobre tablas de peluche... Ni las mesjtas de tijera para sala, hechas con cañas de bambú pintadas de purpurina... Que se salven. p o r iCios! aquellos jipis de los militares c u c h a ras que volvían de Cuba con un loro, un traje de dril blanco y tm palasán... Y las fotos de los grandes Soberanos, que en diversos disfraces de gran gala aparecen, al cabo de unos lustros, como protagonistas de opereta, música de Offenbach... Y los protagonistas m i s mos de opereta, que aparecen, al cabo de irnos l u s t r o s deslu. strados y fanés, montón de guardarropía ajada. Será este gran Museo el almacén de las Glorias mal o g r a d a s Agencia de Pompas Vanas... Leyenda de oropel y no dorada. Eclesia. stés de la Bagatela moralista... Limbo donde esperan el Juicio Final las flores de un día, y de trapo. Habrá en este Museo dos pabellones distintos- -y aun opuestos- -con sus respectivos lemas: Cualquiera tiempo pasado fué mejor dirá el pabellón derecho; Lo que va de ayer a hoy dirá el pabellón izquierdo. Y entre ambos, en el centro, puede también haber otra inscripción, que diga: ¿En qué quedamos? En el pabellón derecho estará todo lo eterno: la antigüedad sin vejez; la gracia superviviente... Todo eso que no ha ido a los Museos, por no ser arte oficial, pero que