BLANCO Y NEGRO MADRID 06-10-1929 página 59

ESPECTÁCULOS MAUaiCE CHEVALIER CANTANDO EN LA PELÍCULA LA CANCIÓN DE P A R Í S ma de C. E, Andrews, maestro de la revista musical moderna, ha creado esta página sonora del cine que surge. La versión cinegráfica de La canción de París es del conocido dramaturgo húngaro Ernest V. ajda, y la adaptación escénica se debe a Ethel Doherty. La fotografía es de Charles Lang, famoso operador de Hollywood, inventor de no pocos efectos fotogénicos que hemos admirado en otras películas. ¿Cómo ha recibido Nueva York esta película? He aquí algunos testimonios de la Prensa norteamericana: El ídolo de París será dentro de muy poco el ídolo de Norteamérica. Chevalier es una aportación valiosísima a la cinematografía americana. (De Neiü York Telegram. Cuando Chevalier está en la pantalla, aunque se halle entre mil personas, el alegre cancionista parisién tiene sobre su persona todas las miradas del público. (De Ne? if York Graphic. Chevalier derrama la sal a toneladas. El día de su debut no hubo una joven especta- dora que no se enamorara del irresistible artista galo. (De Neiv York Mirror. Chevalier es uno de los artistas más atractivos, simpáticos y notables de la pantalla, muda o hablada. (De New York Evening Post. ¿Y en Madrid? Y usted, buen señor? -me dirá el lector avisado, al llegar, acaso chasqueado, a este punto de mi crónica- ¿Qué opina usted de La canción de París? ¿Qué reflejo nos da usted en su revista semanal de la emoción con que el público madrileño ha recibido Lo canción de Parísf Es razonable, amigos. míos, la cuestión. Pero es también razonable que yo no aventure Juicio acerca del cine sonoro y, en especial, de La canción de París hasta que yo haya visto y oído esta película. Porque en la mecánica inexorable de estas páginas periodísticas me ha tocado a mí es ta sernana t conflicto de tener que dar a las linotipias mi crónica antes de que La canción de París se estrene. Quédese para la próxima charla el tema... El secreto de Ginebra. -Acaso para despedirse de nosotiros el género nos ha visi-