BLANCO Y NEGRO MADRID 22-09-1929 página 17
- EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
- Página17
- Fecha de publicación22/09/1929
- ID0005130198
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1- ETRAS. ARTES, CIENCIAS Carreteras españolas. UN P A S E O POR LA EMOS pasado e! balneario de Solares, después de hacerlo por Heras, con el gran embalse bajo la Peña Cabarga, el pico de soberana vista sobre la baliia fie Santander, sobre el vaíle de Piélagos, sobre Sarón, sobre esas montañas tan pintorescas como Peñas Rocías, Las Estacas y antas más que limitan ios dilatados horizontes y a orillas del río IVÍiera hemos llegado a La Cavada, íiello pueblo, y después, Í ij érganes, dejando a nuestra izquierda, en ideal situación, una hermosa iglesia que se destaca de curiosas montañas: es Ruaandio. i asonas montañesas, portaladas y un adin i rabie puente romano vemos en el conocido balneario. No sabemos qué admirar más en ei puente, si el esbelto arco o la situación sobre el Miera, viéndose tras él las altas montañas con las cabanas pasiegas que, cual motas blancas, llegan casi a la cúspide, pues hasta ella ascienden las praderías. Wmse por ¡as laderas a pasiegos en plena MONTAÑA H recolección de la hierba, lá labor principal del país, ganadero por excelencia, y el conjunto del paisaje no puede ser más pintoresco. Por cerrada encañada llegamos a Mirones, pueblo sito entre montañas, en estrecha Hoz, en lugar maravilloso. Los montes se suceden, las peñas parecen, amenazar con sus desprendimientos a los transeúntes, y por el fondo del valle el río, con sus cristalinas aguas, salta en piedras y rocas, que quizá alguna vez a é! rodaron de las cumbres. En las laderas se enclavan pueblos, cabanas, invernales, siendo el paisaje sorprendente. Desde Liérganes hemos marchado hacia el gran Valle de Sarón; la decoración cambia; a las montañas sucedió un amplio valle, y por sus caminos vemos infinidad de chicos y chicas, mujerucas y hombres, que en! orricos. carritos u en sus brazos llevan cántaras con leche a los depósitos de reco- -il J. ÍGi- KSJA p- iíítOQL lAÍ. DK CASTAÑEDA