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BLANCO Y NEGRO MADRID 25-08-1929 página 89
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BLANCO Y NEGRO MADRID 25-08-1929 página 89

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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GRAN CALENDARIO Y LUNARIO MUNDO La Miércoles. Vid Brevé Q UIEN nos lo hubiera dicho hace algunos años que íbamos a salir en plena canícula hacia el Midi y con un entusiasmo tan loco! Pero ¡quién hubiera tampoco previsto entonces los viajes a San Moritz o a Ohamonix, entre diciembre y febrero! La furia por los baños de sol acompaña hoy a la furia por los deportes de nieve. Por tostar la piel en julio, como en invierno, por hacerla sangrar. Todo el mundo habla en 1929 del aceite famoso. Ya se entiende, del preparado para untarse los bañistas el cuerpo, así un atleta antiguo, y asegurar su dorado y su bronceado, rápido, uniforme y regular. Y sin inflaniaciones, y sin mudar de pelltejo, y sin llagas. Sin aquellas noches de insomnio que conocimos los precursores o iniciadores del neomitralismo. Aquellas noches pasadas boca abajo porque el contacto de la espalda lacerada, aun con las holandas más finas, era imposible. Y aquel pedir por caridad a las amigas que al subir a acostarse, nos mandar sen con la camarera un tubito de un emoliente cualquiera, de esos que ellas se saben cuando no de tener a mano a alguien más próximo y más íntimo, la brocha de cisne de los polvos. El aceite de ahora nada tiene que ver, es claro, con la cruel tintura de yodo de hace algún tiempo; agente de falsificación que era; cuando aquél lo es de colaboración y de higiénica tutoría. Una cosa es fingir que MADAME CH CROQUIS DE LA MARQUESA D E AEGÜESO MADAME E j CROQUIS DB I A MARQUESA DE ARGÜESO se han tomado baños de sol o que éstos han producido tal efecto estético en realidad ausente; otra cosa acrecer, regular, completar, fijar y hacer inocua la acción auténticamente recibida. Confesemos, además, que aquí el valor estético buscado no pende tanto de la cuestión del matiz como de la cuestión del lustre. Más que una piel obscura, lo que se aspira a tener así es una piel con reflejos. Y esto no precisamente- para el invierno que viene, sino para ahora en seguida- -para la hora del baño- para antes del baño... Porque el valor entendido, el paso dado, la palpitación de los tiempos consiste en esto, sobre todo: en que el baño de mar y el baño de sol se han convertido, en los últimos años, de práctica privada en institución social. Como un día, en la lejanía de los tiempos, ocurrió con el comer- -que pasó, de sucio negocio particular, que el primitivo ventilaba a su modo y a solas, y entre vergüenzas- -en rito público por excelencia, con sentido familiar, festivo, colectivo y hasta religioso. Tienden los rnoralistas vulgares- -y los antimoralistas, que a veces se les parecen, en lo miopes- -a no ver, en la evolución moderna de ¡a vida balnearia, más que la cuestión de la desnudez; menos aún: la cuesti bn de las medidas cuantitativas en la desnudez. Mucho más importante- -mucho más grave, según como se mire- -es la otra cuestión del carácter festivo y público que hoy se da a la vida balnearia y a todo lo que le rodea, empe íando por el indumento. Mi me parece

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