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BLANCO Y NEGRO MADRID 18-08-1929 página 61
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BLANCO Y NEGRO MADRID 18-08-1929 página 61

  • EdiciónBLANCO Y NEGRO, MADRID
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ESPECTÁCULOS á COQUETERÍA INEFABLE, GRACIA COSMOPOLITA Y TRAVESURA M U Y SIGLO X X LA D E J U L I A L A J 0 S EN EL P R O C E S O DE MART DUGAU bido, en gran parte, a la interpretación de Irene Alba. Cristina Ortega hizo la creación de Mariquilla, la chávala sevillana protagonista de La copla andahusa, comedia con incrustaciones de cante jondo, representada trescientas veces en Favón, y la monísima Isabelita Barrón, en el Infanta Beatriz, fué la más estimable intérprete de La dama del antifaz. Leocadia Alba hizo de Hilos de araña, la comedia de Linares Rivas estrenada en Lara, su mejor creación de la temporada; Loreto Frado incorporó a sus creaciones La atropellaplatos; Consuelito Hidalgo culminó en Sixto Sexto, de Paso y Estremera, estrenada en la Comedia, y Esperancita Ortiz, al reprisarse en el teatro del Centro El abanico de lady Windermere hizo otra formidable creación, que borró la labor de anteriores intérpretes y dejó a Esperanza consagrada como la primera de nuestras damas jóvenes. En El proceso de Mary Dngan, visto en el Infanta Beatriz, hicieron tres creaciones Julia Lajos, María Banquer y Margarita Robles, tres mujeres distintas y una sola actriz verdadera. Cada una de ellas manifestó al público la diversidad de su temperamento, y las tres se hicieron aplaudir calurosamente, contribuyendo con su trabajo en gran parte a la apoteosis de la obra. Gabirondo, pero que sirvió para que esta linda actriz patentizase una vez más su envidiable talento. Q a r o que la más difícil, la más peligrosa, la más admifable de las creaciones femeninas de la pasada temporada teatral es la que realizó Hortensia Gelabert de La prisionera, en el Centro. Solamente con una intuición maravillosa podía una actriz española atreverse a interpretar en Madrid un personaje tan favorable a provocar el fracaso. Pero Hortensia Gelabert, espejo de elegancias y hermosura, norte de actrices modernas y en posesión de la máxima autoridad y simpatía, hizo de La prisionera una creación extraordinaria y que seguramente no igualará ninguna otra. A Irene López Heredia, tan interesante en su orientación estética, no podía faltarle su creación, v la hizo en el Infanta Beatriz. Fué El fantasnía de Canterville. la primorosa comedia de Osear Wilde, traducida por Ceferino Falencia, justamente ovacionada por el auditorio. Otra Irene no menos popular, Irene Alba, creó en el Álkázar Don Cloroformo, la primera producción escénica de José Durendes, que llenó durante sesenta noches el teatro, de- DELICIOSA C O N D E S A DE BUKEBA FUE ANGELINA VILAR EN BOY ABISMO SUGESTIVO Y PELIGROSO TAL Y COMO LO DESCRIBIÓ EL PADRE COLOMA

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